Tegucigalpa, Honduras
Las acciones de protesta protagonizadas por estudiantes y que han provocado la pérdida de clases en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) no son consideradas por la rectora Julieta Castellanos como una crisis, sino como un conflicto.
EL HERALDO habló con la rectora universitaria después de una reunión que sostuvo con representantes de la sociedad civil y estas son sus declaraciones.
¿Este acercamiento con la sociedad civil es el inicio para ponerle fin al conflicto que se vive en la UNAH?
Esto es un proceso. Los problemas en las universidades públicas son cíclicos y tiene que ver con visiones generacionales, tienen que ver con alcances o con lo que las personas creen que es la función de la universidad. Hay quienes ven a la universidad como una función política ideológica y de toma de poder. Creo que en este momento el sector estudiantil ve a la universidad como un tema político partidario e ideológico. No tanto lo está viendo de dimensión académica.
¿Considera que la universidad está en crisis por las protestas y por la pérdida de clases?
La universidad no está en una crisis, está en un conflicto por varias razones. La universidad académicamente está en un momento de mejoría sustantiva, por lo tanto, la reforma ha tenido resultados académicos importantes tanto en el número de carreras que se han abierto, entre grados, posgrados y carreras técnicas... hay más de 80 nuevas carreras que están en proceso de diseño, por lo que estamos en un momento académico muy bueno, al igual que en la investigación.
¿Cuáles son los conflictos que usted como rectora ha identificado?
Hay un conflicto con el sector estudiantil que tiene de fondo la representación estudiantil, pero más allá tiene de fondo intereses político-partidarios de sectores externos. Algunos estudiantes ven la universidad como un tema de poder, así lo ven también algunos profesores que se quedaron con la visión de la universidad de los años 70.
¿Cuál es el papel de esos profesores?
Tenemos profesores que algunos se enlistan en gremios y no logran separar su preferencia ideológica de su trabajo en la universidad. Estos profesores y otros sectores externos son los que están en alianza con estos estudiantes. La universidad por esencia alberga diferentes tendencias políticas e ideológicas, pero una cosa es ese respeto a las diferencias políticas ideológicas a que quieran imponer su punto de vista.
¿Eso se observa en los estudiantes del MEU?
Lo que vemos en el MEU es su visión, su ideología y su forma de ver las cosas, que quieren imponerla por la fuerza.
Hemos visto que es un movimiento de fuerza, un movimiento de violencia, que es un movimiento contra los propios estudiantes, porque los más perjudicados en este momento son los estudiantes. Estos grupos de estudiantes están vinculados a partidos de oposición, pero de la oposición anárquica, de la oposición violenta.
Los encapuchados están solicitando su renuncia. ¿Usted estaría dispuesta a renunciar?
No, en absoluto. Los primeros que me pidieron la renuncia fueron de la Adunah, a la semana de estar en el cargo de rectora, y luego me la pidió el sindicato y ahora un sector de los estudiantes. En la universidad hay procedimientos y ellos tendrían que decir las razones y tendría que haber un pliego de motivos y si ellos tienen motivos que los planteen. Creo que si hay motivos y hay razones, procede una investigación que tendría que hacer la Junta de Dirección Universitaria.
No es que se le ocurre a alguien pedir la renuncia de un funcionario solo porque se le ocurre y pasa. Eso sería totalmente improcedente.
Si hay causales, el MEU está en toda la libertad de plantear esas causales, de demostrarlas y que se abra una investigación.