Tegucigalpa, Honduras
Si el Congreso Nacional ordenara un plebiscito o referéndum para hacerlo de manera independiente a las elecciones primarias, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) requeriría aproximadamente de un presupuesto de unos 500 millones de lempiras solo para este ejercicio de consulta. “Si esto se aprueba, el Tribunal Electoral tendría que hablar con el Ministerio de Finanzas para ver la posibilidad de establecerlo. El costo es un poco elevado, hablamos con la dirección financiera del Tribunal y anda por alrededor de 500 millones de lempiras porque se compara a una elección general”, dijo el presidente del ente colegiado, Erick Rodríguez.
El tema de la consulta popular se menciona con frecuencia en los corrillos políticos en el caso de que los partidos no lograran un consenso sobre la reglamentación de la reelección presidencial, como lo plantea el gobernante Partido Nacional, que ya recogió 1.5 millones de firmas de respaldo.
El presidente del TSE considera que de impulsarse el plebiscito es preferible hacerlo en una fecha distinta a las elecciones primarias para garantizar que todos los hondureños participen.
Por su parte, el magistrado suplente del TSE, Marco Ramiro Lobo, dijo que un plebiscito “probablemente será un 50 por ciento de lo que están costando estas elecciones primarias”. “Hay que esperar que el Congreso Nacional lo defina si se va a aprobar y cómo se hará, indudablemente implicará un costo adicional, puesto que estamos hablando de una urna adicional, papeletas adicionales, implicará mayor logística porque esta urna adicional significará mayor transporte para colocarla en todo el país”, argumentó Lobo. Para despejar la polémica que se ha generado en torno al tema de la reelección presidencial, en los corrillos políticos se habla de cuatro escenarios posibles. El primero consiste en reglamentarlo mediante una reforma a la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas; el segundo sería incorporar la figura de la reelección presidencial en la Constitución de la República; un tercer escenario consistiría en aplicar una combinación de ambos y un cuarto escenario, en el caso de que fracasen los anteriores, sería ordenar un plebiscito o referéndum.
Lobo dijo que la institución está obligada a acatar una orden que emane del Congreso Nacional y en la fecha que lo diga.