DANLÍ, HONDURAS.- Las fuertes precipitaciones que han azotado la región oriental del país dejaron daños de consideración. En Danlí el aumento en el caudal de la quebrada La Arena, el fin de semana, mantiene incomunicadas cinco localidades.
Al menos cinco mil personas que residen en las colonias Manuel Zelaya, Los Robles, La Granjita, Ramiro Chacón y San Isidro, ubicada en el sector norte de la ciudad, no pueden acceder a la zona debido al colapso del puente provisional de madera que se había instalado ante la caída de la caja puente, a inicios de año.
Santiago Yanes, un transportista de la zona, pidió a las autoridades locales agilizar el proceso para construir un puente definitivo.
“La vez pasada tanto los patronatos como los transportistas invertimos más de 30 mil lempiras en instalar el puente de madera provisional ante la apatía municipal y al parecer volverá a suceder lo mismo”, comentó el entrevistado.
La crecida, nunca antes vista, y el desbordamiento de la quebrada provocaron inundaciones en viviendas aledañas, siendo Norma Regina Oliva una de las más afectadas. La señora reside en la colonia Manuel Zelaya, la cual debido a la topografía del terreno siempre resulta inundada.
“Anoche fue peor, ya que las aguas que vienen de las partes altas se sumaron a las de la quebrada e inundó todo, dañando desde ropa hasta los útiles escolares de los niños”, lamentó la señora con quien residen al menos nueve personas entre adultos y niños.
Ráfagas en Olancho
Las lluvias también provocaron estragos en el municipio de Guarizama, Olancho, donde causaron daños en al menos 12 viviendas del sector.
El Marañón, El Jute, El Rodeíto, Zapotal y El Cajón son algunos de los poblados en donde las casas quedaron sin techado por las fuertes ráfagas de viento.
Román Ruiz, alcalde de Guarizama, pidió apoyo al gobierno central a fin de poder contribuir con las familias afectadas y reparar el acceso vial a la zona productiva del municipio.
Viviendas dañadas
Con la disminución del agua en el municipio de Marcovia, la municipalidad ha iniciado evaluaciones en las diferentes comunidades, desvelando que las lluvias e inundaciones provocaron el colapso o daño a unas 40 viviendas de la localidad.
Nahún Cálix, alcalde de Marcovia, explicó que la mayoría de las viviendas estaban construidas de adobe y bahareque, por lo que no soportaron la presión de la lluvia o las inundaciones.
“Sabíamos que los daños serían de consideración y ahora lo estamos comprobando a medida que vamos llegando a las comunidades que estaban incomunicadas, por lo que estamos solicitando el apoyo del gobierno para devolverles sus hogares”, dijo.