Tegucigalpa, Honduras
El exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Mario Zelaya, brindó una declaración ante el Tribunal de Sentencia que conoce el caso del supuesto pago de coimas de parte de los socios de la empresa Cosem, Óscar Laínez y Jorge Herrera.
En su deposición, Zelaya calificó como un guión bien estructurado el testimonio brindado la semana anterior por “Los Tetos” ante los jueces.
Dijo que identificó una serie de incongruencias en comparación con la declaración brindada por ellos dos años atrás ante representantes de la justicia de Estados Unidos.
Descartó que él haya dado órdenes a “Los Tetos” para realizar transacciones por concepto del pago de coimas. Tampoco que ordenó a su padre Mario Zelaya Palencia cambiara 21 mil dólares.
“Ellos están mintiendo, ese dinero lo cambió mi padre para el pago de un edificio que estaban construyendo en la colonia Palmira, ese dinero fue entregado a Óscar Laínez”, manifestó. Zelaya Palencia trabajó como contador por casi 20 años en algunas de las empresas de “Los Tetos”.
Sobre la implicación en la compra de una vivienda en la residencial Palmeras de San Ignacio, Zelaya dijo que Vanessa Velásquez manifestó que no lo conoce, sino que solo a Óscar Laínez, a quien le vendió presuntamente la casa.
“Ella dijo que Laínez le dio un pago como anticipo de 70 mil dólares y que al finalizar de pagar la casa fue la gente de Cosem la que escrituró la vivienda, por instrucciones de óscar Laínez”, señaló el exfuncionario.
“Ese cheque que los señores Laínez y Herrera dicen haberme entregado fue liberado el 16 de agosto de 2012, en esa fecha yo estaba fuera del país”, dijo.
Expresó que una transferencia hecha desde Central American Technologies en Panamá, fue un préstamo otorgado a favor de un hermano de él para establecer un negocio en Estados Unidos.
Manifestó que esta “empresa de maletín” no pasaba por crisis y, por lo tanto, no tenía que acercarse a él para acelerar los pagos del contrato de más de 19 millones de dólares.
Zelaya dijo que el anticipo del 20 por ciento del contrato se pagó el 29 de diciembre de 2010 a un monto de 75 millones de lempiras.
Mientras que el primer pago de este contrato se pagó el 3 de junio de 2011 a un monto de 17 millones de lempiras.
Un segundo pago se ejecutó el 19 de agosto del mismo año por más de 7 millones de lempiras. El tercer pago se realizó el 20 de octubre de 2011 por 7.6 millones de lempiras. El cuarto pago se hizo el 10 de diciembre por más de 10.5 millones de lempiras.
Reconoció que sí tuvo una relación comercial con la empresa Novaterra, propiedad de Gabriela Laínez, porque les vendió un terreno ubicado en Valle de Ángeles que le compró a su padre por un millón de lempiras a 10 millones de lempiras.
De este hicieron un pago de más de ocho millones de lempiras de anticipo y varios pagos en cheque luego de firmar un acuerdo.
Captura
Zelaya por primera vez se refirió a su captura. “Fui secuestrado porque no fui capturado por la Policía Militar. Fui secuestrado el 8 de septiembre de 2014 por 14 hombres armados, que me llevaron a una casa de seguridad, fui torturado”, señaló.
Aseguró que los supuestos secuestradores recibieron una llamada telefónica y le dijo te salvaste hijo de p...
“En horas de la noche me trasladan al sector de Cifuentes, donde ellos me presentaron a las autoridades, hubo cambio de grupo, no se si los que me entregaron eran hondureños”, manifestó.
Dijo que el fiscal al que fue entregado preguntó que porqué lo habían golpeado, mientras que uno de los secuestradores respondió “si muerto nos lo habían pedido”.
Zelaya relató que minutos más tarde uno de los secuestradores exigió el pago por el concepto de su captura. “Ya tienen el paquete, entréguenos la plata” dijo.
Pero una de las autoridades hondureñas contestó “eso es con ese señor”. En seguida aseguró que le quitaron una venda que traía sobre los ojos.
“A mi derecha estaba don óscar Laínez, qué estaba haciendo el señor en Cifuentes el 9 de septiembre en la madrugada. Después cuando veníamos en caravana hacia Tegucigalpa, nos pasó con su carro Range Rover con placas diplomáticas”, manifestó.
Sobre este caso, el gobierno ofreció una recompensa, pero se desconoce si esta fue cobrada.
Mario Zelaya reveló que en dos ocasiones tuvo el interés de entregarse voluntariamente a la justicia, pero varias amistades y asesores legales le manifestaron que no existían condiciones para hacerlo. Zelaya estuvo prófugo de la justicia 222 días.
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