TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Es difícil imaginar que un diminuto mosquito pueda arrebatar una vida, pero esta es la cruel realidad que enfrenta Honduras.
El dengue ha cobrado la vida de un centenar de personas, sumiendo a decenas de familias en un profundo luto.
Hasta el 30 de junio, el país había registrado 81 muertes por dengue. Junio presentó un panorama crítico, con más de 27 mil personas infectadas en ese mes. Sin embargo, fue julio el mes más oscuro, llevándose la vida de unas 20 personas en tan solo cinco semanas.
De estas 20 muertes, 12 han sido confirmadas por la Secretaría de Salud (Sesal). Sofía Calix, jefa de relaciones públicas de la Sesal, informó que en la primera semana de julio se registraron cuatro decesos por sospecha de dengue, cifra que se repitió en la segunda y tercera semana del mes.
En las últimas dos semanas de julio, EL HERALDO recopiló información sobre los decesos por sospecha de dengue en diversos centros asistenciales del país.
Entre el 21 y el 27 de julio, cinco personas perdieron la vida a causa del dengue. El Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula reportó el deceso de dos personas el 22 de julio, seguido por la trágica muerte de un menor el 26 de julio.
Los otros dos decesos ocurrieron en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de San Pedro Sula, donde dos menores fallecieron durante el fin de semana del 27 y 28 de julio.
La última semana de julio fue particularmente devastadora, con tres muertes adicionales, incluyendo a dos mujeres embarazadas.
Lilian Cerrato, una joven de 17 años, perdió la vida en el Hospital Escuela el 28 de julio a las 7:10 de la noche, aunque su deceso fue reportado oficialmente el 29.
“La joven presentó un choque refractario por sospechas de dengue grave”, informó Miguel Osorio, portavoz del centro asistencial.
En el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, Lissy Carranza llegó en estado de choque. El equipo médico realizó una cesárea de emergencia, pero la joven no sobrevivió.
La otra mujer embarazada, procedente de La Mosquitia, ingresó a la sala de emergencias del Hospital General de San Francisco, Juticalpa, Olancho, y también falleció.
