TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ester Raudales nunca olvidará la noche en que su hijo Johan, de siete años, se despertó con fiebre alta y dolores musculares severos, su pequeño fue diagnosticado con dengue.
“Verlo sufrir así me partió el alma. Pasamos semanas en el Hospital Escuela, preocupados día y noche por él”, recordó Ester con su voz quebrada.
Johan es apenas uno de los 137 casos de dengue reportados en la colonia El Carrizal N-2 durante julio, el mes que bastó para demostrar que el zancudo del dengue no es un juego ni tampoco una enfermedad cualquiera, ya que el aumento fue de más de 9,350 incidencias.
Si se suma esta cifra al cierre de enero a junio de 2024, que fue de 13,700, se obtiene un total de 23,050 casos.
Según las estadísticas de la Región Metropolitana de Salud (RMS) del Distrito Central (DC), las cifras son alarmantes porque en comparación con San Pedro Sula se rebasó el triple en casos.
Y esa situación puede palparse en las colonias capitalinas, ya que El carrizal N-2 tiene el mayor número de contagios, pero no tan alejado se posiciona la Cerro Grande con 120 incidencias.
Además, dentro del mismo rango está la Villa Nueva Norte con 114, Flor del campo con 113, siendo las colonias más afectadas.
Los expertos en salud opinan que la expansión del zancudo del dengue se da por la ubicación de cada sector y también por el aseo que tengan los ciudadanos con sus terrenos e inmuebles.
“La fumigación no es el único método de combate, si no mantener una casa o propiedad aseada, ocupamos ayuda de la gente”, comentó un trabajador de la RMS.