TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La severa sequía en Honduras despertó un fenómeno que está en auge: los campesinos migran a Estados Unidos en busca de empleo por las fallidas siembras en el país.
Lo anterior es de acuerdo con la Comisión de Acción Social Menonita, que catalogó a este fenómeno como migrante climático.
El representante del organismo, César Ramos, explicó que el migrante climático es debido a que los efectos de la sequía reducen las áreas productivas y eso no garantiza el sustento diario de las familias y menos alcanza para generar ingresos económicos.
“A raíz de la falta de lluvias, especialmente en el corredor seco, muchas familias hondureñas no solo las obliga a migrar hacia Estados Unidos, sino que los habitantes de las zonas rurales se vienen a ciudades como San Pedro Sula en busca de oportunidades laborales por causa del mencionado fenómeno climático”, explicó Ramos.
El experto consideró que la baja producción agrícola y la migración merecen respuestas inmediatas a los factores estructurales que vulneran a las familias.
Corredor seco
El migrante climático, según explicaron, se descarga con ira en el sector productivo del país.
Este fenómeno, que ha sido cotidiano históricamente, pone en más riesgo a las familias que residen en el corredor seco, mismas que externaron a EL HERALDO que solo se alimentan con agua lluvia y tomates podridos que les regalan.
Este rotativo se internó en la miseria que viven miles de hondureños en esta zona, donde los niños faltan a clases para cargar leña y agua y ganar cinco lempiras al día. También se constató que muchas familias viven con seis lempiras al día.