TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, calificó la cadena nacional de la presidenta, Xiomara Castro, como “un teatro político, una telenovela de narcopayasos”, sugiriendo que su gobierno está desviando la atención en torno a las acusaciones por vínculos con el narcotráfico.
El exagente externó su preocupación por la situación de Honduras, refiriendo que se ha venido complicando desde que Castro decidió denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos, en reacción una opinión de la embajadora, Laura Dogu.
Opinión relacionada con una reunión que José Manuel Zelaya, exministro de Defensa, y Roosevelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, sostuvieron con Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela, quien ha sido señalado por narcotráfico en Estados Unidos.
“Es como una telenovela de narcopayasos y le están echando mucha tierra a la embajadora, como si ella fuera la culpable de anular el tratado de extradición”, manifestó Vigil.
Anulación del tratado “fue un pretexto”
Mike Vigil agregó que la anulación del tratado de extradición “fue un pretexto” orquestado por el actual gobierno, luego de que se comenzaran a mencionar nombres del clan Zelaya en Estados Unidos, en el juicio del expresidente, Juan Orlando Hernández.
“Están protegiendo a esos individuos (...) Esto va a tener bastante impacto en la política y economía de Honduras, afectará al pueblo decente que merece mucho más de la clase política”, concluyó Vigil.
Por su parte, el analista Óscar Estrada alertó sobre la peligrosa instrumentalización de la justicia en Honduras.
“El gran peligro, es el uso político de persecución con los elementos de la Corte Suprema de Justicia y con la Fiscalía... Están llevándose la institucionalidad del país”, opinó en entrevista con el medio “Hoy Mismo”.
Narcovideo
Este martes 3 de septiembre, InSight Crime reveló un video en que Carlos Zelaya, exdiputado del Congreso Nacional, aparece reunido con narcotraficantes para hablar de presuntos pagos al expresidente Manuel Zelaya Rosales para financiar la campaña electoral de 2005.
Como consecuencia de estos descubrimientos, el gobierno de Castro se está enfrentando a una ola de críticas por parte de los diversos sectores del país, por lo que se vio obligada a realizar una cadena nacional en la que lejos de dar respuestas por las severas acusaciones, victimizó su mandato y se limitó a acusar a figuras políticas de los partidos de oposición.