TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La secretaria de Salud, Carla Paredes, se encuentra en el ojo del huracán luego de aceptar que contrató a su hermana y a su cuñado para que manejen los fondos para la construcción de hospitales en Honduras.
Se trata de Gabriela Paredes, hermana de la ministra, quien fue contratada el pasado 1 de abril como directora de fondos de cooperación externa de la Secretaría de Salud (Sesal), y Daniel Brizuela, cuñado de Paredes y esposo de Gabriela, quien ostenta el cargo de director de la Unidad Técnica de Gestión de Proyectos.
Se conoció que estas personas tienen salarios de $8 mil (197,076.16 lempiras) y $4 mil (98,538.08 lempiras).
La ministra de Salud afirmó que hizo la contratación “para cuidarse la espalda”, para no quedar como Alba Consuelo Flores, huyendo de la justicia.
“La ingeniera es mi hermana y trabaja en la unidad de recuperación de manejo de fondos externos. Porque es la única persona en la que me fío de que maneje tanto dinero y no me mande a la cárcel. Sino, pregúntenle a la profesora (Alba Consuelo) dónde anda la pobre huyendo por alguien que no confía, que confió en él, ella en él y le hizo firmar algo. Yo no quiero ir a la cárcel por personas desconocidas”, dijo Paredes al noticiero TN5.
“Cualquier organismo del gobierno mataría por tener recursos con la cualificación que tienen estas personas. Satanizan absolutamente todo”, aseguró la secretaria de Salud.
Paredes reiteró que ellos pasaron por un proceso de selección en el cual “todo el mundo es libre de participar” y “si eso es un pecado, pues mea culpa (mi culpa)”.
Aseveró que las hojas de vida de su hermana y su cuñado son excepcionales y no ve nada de malo en contratarlos para que le cuiden la espalda.
Nepotismo en el gobierno
Este no es el primer caso de nepotismo que se ha registrado en el actual gobierno de Honduras. La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus reveló en abril de este año que la directora del Instituto Nacional Para la Atención a Menores Infractores (INAMI), Ninfa Flores, contrató al menos a ocho familiares.
Flores, con apenas seis meses en el cargo, colocó a su hija, a su padrastro, a su pareja, a sus cuñadas, a su yerno y a sus primos con cargos importantes y con onerosos sueldos.
La institución, que recientemente estuvo en el ojo público por contratar policías depurados y esconder durante años en un sótano una habitación del placer, también está siendo denunciada por abuso de poder, malversación de fondos públicos y corrupción.