TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes sigue creciendo, lo que está causando alarma entre las organizaciones y personas defensoras de los derechos humanos, quienes exigen a las autoridades mayor investigación y judicialización de los casos.
Hasta los primeros seis meses del 2024 en el país se contabilizaron la muerte violenta de 121 mujeres, de acuerdo a los datos del Observatorio del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
Los datos establecen, que en promedio una madre, hermana o hija está muriendo de manera violenta al día, lo que indica una preocupación constante de lo que sufren las mujeres en el país; la cifra además sugiere que la violencia de género es un problema persistente en Honduras que requiere de medidas de intervención y prevención más efectivas.
El último hecho violento se registró la noche del lunes 15 de julio en el sector de El Suyatal, en el municipio de Orica, de Francisco Morazán, donde dos féminas fueron asesinadas.
Las jóvenes fueron identificadas como Yorely Tatiana Galindo Ávila y Sara Elizabeth Cañadas, ambas originarias del sector donde sucedió el hecho.
Para las defensoras de los derechos de las mujeres, la situación debe preocupar, pues si bien hay avances en investigación, los mismos no son suficientes para detener la ola de violencia hacia las mujeres.
“Es bastante preocupante, Honduras es uno de los países más violentos contra las mujeres y esto se demuestra por las muertes violentas que hay”, dijo Lara Bohórquez, de la unidad de investigación feminista del CDM.
¿Cuáles son las estadísticas de la muertes de mujeres en Honduras?
Los datos del observatorio del CDM señalan que entre enero y junio del 2024 los meses que más muertes violentas de mujeres hubo fue en enero y marzo con 26 muertes en cada mes, siendo Francisco Morazán, Cortés, Olancho y Yoro los departamentos en donde más hechos violentos se registraron.
Cerca del 50% de los hechos se realizaron en espacios públicos, seguido de más del 40% de las viviendas donde habitaban las féminas.
Entre los tipos de femicidios que se han contabilizado en los primeros seis mese del años destacan femicidio por violencia intrafamiliar, violencia sexual, delincuencia organizada entre otros tipos.
En el 55% de los hechos violentos se uso una arma de fuego para quitarle la vida a las mujeres, en el 18% se utilizaron armas blancas, el resto fueron muertes por estrangulamiento o golpes o armas incendiarias, según los datos.
Las 121 muertes violentas de mujeres que van registradas hasta la mitad del año representan el 31% de todas los femicidios que se registraron en 2023, según el observatorio, es decir, que se observa una reducción de los hechos violentos.
A pesar que hay una disminución en los hechos violentos, la impunidad y la falta de investigación para castigar a los hechores sigue alta en el país, señaló Bohórquez, quien ejemplificó que la muerte de las 43 privadas de libertad en 2023, así como de tres mujeres que murieron en la isla de Roatán a inicios del 2024 fueron hechos de alto impacto que a la fecha no han sido resueltos.
”El Estado no ha respondido por estos crímenes, sabemos que muchos de los casos de femicidios de alto impacto todavía están en veremos”, dijo.
La violencia contra la mujer en el país no solo se explica en términos y estadísticas de femicidios, sino también por las agresiones contra este grupo que cada vez se siente más vulnerable y desprotegido por las autoridades que imparten seguridad y justicia.
De acuerdo al observatorio, hasta abril de este año a nivel nacional el Servicio de Emergencia del 911 recibió un total de 11,084 denuncias de violencia doméstica, el 28% fueron recibidas de Francisco Morazán.
Respecto a denuncias de maltrato intrafamiliar, el Sistema del 911 contabilizó en los primeros cuatro meses del 2024 un total de 18,905 denuncias, Cortés es el departamento de donde más denuncias se recibieron.
Políticas de prevención
Diferentes organizaciones que velan por el bienestar de las mujeres han trabajado durante años en la creación de políticas públicas para la protección de las féminas ante las distintas formas de violencia.
Desde hace dos años el CDM presentó una propuesta de ley a los diputados del Congreso Nacional, se trata de la ley de violencia contra las mujeres, sin embargo, la misma no ha tenido avance en el pleno.
“La ley aborda la violencia contra las mujeres de manera integral, le da algunas funciones a las secretarías de Estado y ve otros tipos de violencia, porque muchas de las mujeres sufren otros tipo de violencia previo al femicidio, en ese sentido necesitamos que el estado sea contundente frente a la violencia de género”, manifestó la representante del CDM.
Hace algunos días también se presentó a la comisión legislativa de equidad de género la iniciativa de Ley de Alerta Morada.
Esa es una normativa que busca que el Estado, así como las autoridades a nivel local y nacional activen un mecanismo de alerta inmediata para la búsqueda de mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas.
“Cuando hay una desaparición de este índole, puede ser el preámbulo de varias cosas, entre ellos un femicidio, la comisión de un delito de trata, o de cualquier otra forma de violencia contra las mujeres”, dijo Merly Eguigure, coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla.
Explicó que muchas veces la violencia hacia las mujeres comienza con acoso, luego con violencia sexual sea patrimonial, doméstica, intrafamiliar, luego sigue la desaparición y termina en el femicidio, “por eso cuando existe una desaparición hay que activar un mecanismo de alerta inmediata”.
Eguigure espera que la ley sea aprobada a finales de este año y pueda servir como una mecanismo para evitar las muertes violentas de mujeres.
Además, manifestó que desde otras ámbitos también se pueden hacer acciones para erradicar y prevenir la violencia de género.
“Necesitamos que toda la ciudadanía se involucre en el tema de la prevención de la violencia contra las mujeres y en el respeto de las mujeres como seres humanos, porque mientras eso no ocurra vamos a seguir contando muertas y los procesos de investigación, judicialización y condena de los femicidas nunca va a ser suficiente si no trabajamos fuertemente la línea de prevención y rechazo de este tipo de hechos”, apuntó.
