Tegucigalpa, Honduras.- El canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, estuvo presente en el aeropuerto Ramón Villeda Morales, ubicado en La Lima, Cortés, para dar la bienvenida a los deportados de Estados Unidos, donde el primer vuelo militar aterrizó con más de 70 hondureños.

Al ver a algunos de los migrantes, Reina subrayó que, aunque los Estados Unidos tienen sus propias regulaciones, los hondureños no pueden ser deportados bajo condiciones indignas.

“Los Estados Unidos tienen sus propias normas, pero en cuanto a entrar a espacios aéreos hondureños, no pueden (los deportados) venir encadenados, no deben venir esposados”, sentenció.

Durante su intervención, el funcionario destacó las medidas que se implementarán para la reintegración de estos compatriotas al país, así como las estrategias que el gobierno hondureño estaría ejecutando para la generación de empleo.

Cabe señalar que, varias de estas repatriaciones ocurren bajo las nuevas políticas migratorias implementadas por el gobierno estadounidense de Donald Trump.

El canciller Reina explicó que los deportados serán atendidos por el Registro Nacional de las Personas (RNP) y recibirán un bono inicial, además de bonos alimenticios equivalentes a 6,000 lempiras por migrante.

“Esteremos elaborando las posibilidades para darles el incentivo de el capital semilla que es lo que ya se esta elaborando con las demás instituciones”, detalló el titular de Relaciones Exteriores.

“Ya estamos bien montados en cuanto al procedimiento de entregar este primer estipendio, diríamos de 6000 lempiras, entre los 100 dólares, o, el equivalente, más lo del acceso a la alimentación”, añadió.

Además, agregó que el gobierno hondureño está colaborando con la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), que ha propuesto un plan para desarrollar empleos que beneficiarán a los deportados.

“El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés nos ha enviado un borrador de un pequeño trabajo que podemos hacer para desarrollar empleos”, dijo el funcionario.

Y continuó diciendo que “viene todo el proceso de como tratamos de incorporar a estos compatriotas en el país y para esto debemos trabajar no solo con las instituciones del Estado sino también con el sector privado”.

Durante las declaraciones de Reina, se escucharon los gritos de los deportados, quienes expresaban su necesidad de trabajo.

“¡Queremos trabajo!”, dijeron algunos de ellos, reflejando la urgencia de contar con oportunidades económicas tras su retorno.

En este contexto, y en medio de las restricciones migratorias implementadas por la administración Trump, el gobierno de Honduras anunció el lanzamiento de un nuevo programa llamado “Hermano, vuelve a casa”.

El titular de Relaciones Exteriores explicó que este programa busca brindar apoyo integral a los migrantes hondureños, con la asistencia de la red consular de Honduras en Estados Unidos y México.

Además, explicó que el programa tendrá tres pilares fundamentales: un bono solidario para los migrantes, apoyo alimentario y la creación de un programa de empleo masivo.

“No dejaremos solos a nuestros hermanos y hermanos migrantes que han contribuido al país, coordinaremos con los Estados Unidos, para que se dé un retorno seguro, ordenado y que se respete la dignidad y derechos de nuestros migrantes”, enfatizó.

Este grupo de hondureños representa las primeras deportaciones oficiales bajo la administración de Donald Trump, pues los vuelos comerciales previos correspondían a deportaciones pendientes de la gestión del expresidente estadounidense, Joe Biden.

Hasta el momento, los deportados provienen en su mayoría de operaciones por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Estados Unidos, y fueron retornados luego de que se les negara el proceso de asilo.

Algunos de ellos fueron detenidos en la frontera sur, mientras que otros fueron capturados en redadas realizadas en diversas ciudades del país norteamericano.

En total, se espera que este viernes al menos 357 hondureños sean repatriados.