TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tanto hombres como mujeres lo pensarán una y otra vez de ahora en adelante para agredir a su pareja, compañera o compañero de hogar o cónyuge.
Las reformas que estarían por aprobarse, contenidas en la nueva Ley Especial Integral contra la Violencia Doméstica, tendrán penas mucho más drásticas.
La Subcomisión Interinstitucional de Seguimiento a la Ley contra la Violencia Doméstica elabora un anteproyecto de ley que incluirá, entre otras cosas, sanciones más severas para las personas que incurran en delitos de violencia doméstica, violencia de género o contra la mujer.
En este borrador del nuevo precepto jurídico se establecen condenas de prisión de hasta el doble de años de las penas ya existentes en el Código Penal vigente.
César Ramos, asesor de esta Subcomisión Interinstitucional, explica que “entre los nuevos elementos es que esta nueva ley adquiere un carácter penal, serían imputados, no agresores, con penas más graves y esta ley contempla el reconocimiento de una perspectiva de género”, aunque ya existen imputaciones en el Código Penal.
Según Ramos, en esta nueva ley, que sería enviada para su aprobación al Congreso Nacional (CN), -sin detallar cuándo- hay una diferencia sustancial entre la Ley contra la Violencia Doméstica actual, ya que la pionera Ley Especial Integral será más rigurosa en las penas privativas de la libertad.
“En esta ley se contemplan diferentes penas que corresponden a los tipos penales; pueden ser de seis a nueve años de prisión, de 20 a 25 años, dependiendo de la gravedad del tipo penal; como el femicidio que es el tipo penal más grave”, detalló el profesional del derecho.
Reformas al femicidio
Las enmiendas a esta legislación de protección de los derechos de la mujer traería consigo enmiendas en torno a las sanciones del delito de femicidio en el país.
Este dolo actualmente conlleva una condena de prisión para los hallados culpables, de 20 a 25 años de prisión. De aprobarse y entrar en vigencia en la nueva disposición, esa pena se incrementaría.
Sin embargo, también habría un incremento en las condenas para los que cometan los delitos de violencia contra la mujer, violación y abusos sexuales.
Aunque esta legislación va dirigida a proteger la fragilidad que envuelve a las damas, también es cierto que el propósito es evitar que se produzca violencia doméstica en el seno de los hogares, en los que también los hombres son víctimas al igual que las mujeres, pero estos en menor escala.
“Al tener en la Ley contra la Violencia Doméstica sanciones que se han considerado mínimas, no tan gravosas, eso como que no intimida a los agresores y por consecuencia tenemos que se mantiene el mismo flujo de agresión porque miran muy irrisorias las sanciones que se les imponen y vuelven a ser reincidentes”, apuntó Ramos.
Penas de prisión
En el Código Penal vigente, reformado en el año 2020, las penas de prisión para los que cometan violencia contra la mujer son de uno a cuatro años, más una multa de 100 a 300 días o prestación de servicios de utilidad pública o a las víctimas por el mismo tiempo.
Esta pena se agravará en un tercio, cuando el maltrato se realiza sobre una víctima especialmente vulnerable por su edad o ser una persona con discapacidad.
Si se realiza en presencia de menores de edad, utilizando armas o instrumentos peligrosos, en el domicilio de la víctima; o, también incumpliendo los mecanismos de protección aplicados con base en la legislación contra la violencia de género.
En los casos de concurrir dos o más de esas circunstancias anteriores, se deberá imponer la pena aumentada en dos tercios.
Elevada cifra
De acuerdo con los registros del Juzgado de Familia de Francisco Morazán, en el año 2022 fueron interpuestas 2,459 denuncias por parte de mujeres, además, 371 hombres se acercaron a esa judicatura para incoar una denuncia y 193 denuncias en estado de flagrancia o infraganti.
Entre tanto, en 2023, un total de 2,376 mujeres presentaron denuncias, 336 varones también lo hicieron y 140 demandas fueron en flagrancia.
La violencia doméstica es un flagelo difícil de erradicar en el país, ya que confluyen varios factores para que este se produzca. La falta de educación, la idiosincrasia del hondureño, el machismo y hasta la misma sensibilidad humana influyen para que estas actuaciones no dejen de darse.
Con la nueva Ley Especial Integral contra la Violencia Doméstica, impulsada por el Poder Judicial y otras instituciones se pretende reducir la incidencia, aumentando las sanciones y hasta las penas de reclusión por faltas de este tipo.
