Tegucigalpa, Honduras.- A pesar de negarse a abandonar su residencia, miembros de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) forzaron el portón principal para proceder con el arresto de Esdras Amado López, un reconocido periodista hondureño.

"Me van a sacar en cuatro tablas. Yo no voy a salir hasta que me maten", exclamó el periodista, asegurando que no sería parte del "show del gobierno".

Seguidamente, desafió a los agentes: "En este momento me abro el pecho, péguenme los tiros en el pecho, el que tenga valor, pégueme los tiros en el pecho".

Además, recriminó que estaba siendo tratado como un delincuente, cuestionando el procedimiento policial.

"La forma en que ustedes están entrando a mi casa no es la misma forma en que han entrado a la casa de Carlos Zelaya, no es la misma forma en que han entrado a la casa de 'Mel' Zelaya", les reprochó.

Sin embargo, más allá del caos generado por su arresto y su denuncia de persecución periodística, la realidad es que, según las autoridades, López está siendo requerido por una denuncia interpuesta por su esposa, Milagros González.

Esdras Amado López deberá enfrentar la justicia tras una denuncia por violencia doméstica presentada por su compañera de hogar.

El documento, que salió a la luz en un medio televisivo, detalla que los hechos ocurrieron el pasado 24 de marzo a las 12:30 del mediodía.

"Me encontraba en las instalaciones del Canal 36, su lugar de trabajo, porque él me iba a entregar unos documentos de Política Limpia. Sin embargo, antes de hacerlo, quería obligarme a firmar otros documentos para darme las constancias de publicidad que él mismo me proporcionó en el canal", relató Milagros González Zelaya, quien es candidata a diputada del Partido Liberal en Francisco Morazán.

En medio de la disputa, Esdras le exigió que firmara otros documentos. Milagros utilizó otra firma, y él se percató de ello.

"Cuando se dio cuenta, me exigió que le pusiera mi huella dactilar. En ese momento, él dio la vuelta y le dije: 'Esdras, ocupo los documentos para el informe'. Tomé los papeles y, al intentar salir de la oficina, él me haló del cabello, dejándome caer y estrellando mi rostro contra el piso", narró González en el documento filtrado.

Tras su detención, el periodista fue trasladado de inmediato a la estación policial Core 7, en el barrio Los Dolores, donde enfrentará un proceso judicial por violencia doméstica.