El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, confirmó este viernes que no asistirá a la toma de posesión de Salvador Sánchez Cerén, mandatario electo de El Salvador, en respuesta al ataque contra pescadores hondureños registrado hace una semana en el Golfo de Fonseca.
'He tomado una decisión: No puedo hacerme presente a la toma de posesión del presidente de El Salvador si antes no tengo un conocimiento certero de que quien haya cometido ese delito, porque es un delito, esté a la orden de los tribunales', declaró el mandatario hondureño a los medios de comunicación.
Hernández lamentó que incluso 'el militar que se enfrenta a otro en una guerra, aún al enemigo cuando ya lo tiene sometido, lo lleva; pero de la manera que se atacó a los hondureños, hasta se partió la lancha'.
'Estoy seguro que no es la intención de los gobernantes de El Salvador, porque al final somos pueblos que vamos a estar siempre uno al lado de otro. Queremos la paz', remarcó.
No obstante, reiteró que es fundamental demarcar las fronteras marítimas para evitar que se registren más incidentes como el de la semana pasada.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores de El Salvador aseguró que investiga el incidente ocurrido en el Golfo de Fonseca, que provocó la muerte de un pescador hondureño y dejó a otro lesionado cuando faenaban en aguas nacionales.
'Inició desde el 16 de mayo la investigación concerniente, de conformidad a los procedimientos internos según nuestra legislación'. El Salvador 'lamenta que en el suceso perdiera la vida una persona de nacionalidad hondureña y otra resultara lesionada, al tiempo que expresa sus condolencias y muestras de solidaridad con las personas afectadas y sus familias', reza el documento.
Por su parte, la Fuerza Naval del país vecino reconoció que dio seguimiento a la lancha de pescadores hondureños.
“El PA-13, tal como lo indican los protocolos navales, se dirigió a la lancha para realizar el procedimiento rutinario de registro. Al iniciarse este procedimiento, los tripulantes de la lancha hicieron caso omiso de las señales de alto y huyeron realizando maniobras evasivas hacia aguas hondureñas”.
“Se observó que el boga de la lancha iba sufriendo caídas dentro de la embarcación debido a la velocidad que llevaba. Al momento de abandonar aguas salvadoreñas, el Comandante del Grupo de Tarea Naval ordenó que se suspendiera la persecución”, sostiene el informe salvadoreño.
Sin embargo, tanto la Fuerza Naval como la Cancillería de Honduras, afirman que los compatriotas se encontraban en aguas hondureñas cuando ocurrió el incidente.