Tegucigalpa, Honduras
El designado presidencial, Ricardo Álvarez, salió ayer en defensa de su hermano Juan Carlos Álvarez tras ser señalado durante un juicio por el exviceministro del Trabajo, Carlos Montes, de haber recibido 17 millones de lempiras a través de transferencias realizadas por Óscar Laínez.
“Cada quien responde por sus actos. Mi hermano ha sido categórico en rechazar dicha vinculación, pero igualmente ha dicho que nadie está por encima de la ley, él está a la orden de cualquier instancia”, manifestó.
Dijo que no discutiría lo que alguien que está preso opine o diga. Álvarez expresó que desconoce el interés de porqué se está queriendo dañar la imagen de su hermano.
“Él ha tenido una conducta intachable a lo largo de su profesión, de su casa, de su quehacer diario como un hombre de Dios, en ese aspecto no voy a hacer parte de este circo”, señaló.
Dijo que durante los últimos tres años lo han querido vincular en el saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
“Nunca nadie ha podido demostrar nada al respecto. Ha sido sistemático con una intención clara de dañarme y destruirme, cosa que no han podido hacer, no podrán hacer porque no tengo vinculación alguna en ese proceso”, dijo.
Manifestó que “yo he dicho que respondo por mis actos, que presenten cualquier tipo de pruebas. Esta es la sociedad en que vivimos hoy. Son poco hombres quienes quieren hacerme daño porque no dan la cara y no presentan ningún tipo de pruebas”, finalizó.
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