Con 376 dólares equivalentes a 8,460 lempiras, Honduras paga el cuarto salario mínimo más alto de América Latina, siendo el segundo país de la región centroamericana con la mejor compensación económica para el sector obrero solo por debajo de Costa Rica.
Luego de estas dos naciones le siguen Guatemala con 339 dólares, El Salvador con $251 y Nicaragua muy atrás con $173.6.
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El salario mínimo hondureño es incluso mayor al pagado en Chile, donde se gana 353.9 dólares, es decir $22.1 adicionales (unos 497 lempiras) a esa nación sudamericana.
Claro está que los países desarrollados tienen una remuneración mucho mayor, pero también hay diferencias como en Estados Unidos donde se paga 1,740 dólares, lo cual representa 4.6 veces más que en Honduras, similar al caso de Canadá.
Caso contrario en Europa, donde los suizos ganan nueve veces más que los hondureños en ese mismo tipo de sueldo -3,416 dólares-, mientras que en Australia es de $2,289.6, Luxemburgo $2,217.6 y $2,056 en Bélgica.
“El aumento salarial ayuda a mejorar el panorama en general porque las empresas se ven en la obligación de desarrollar sus capacidades técnicas para que la gente produzca más y, en ese sentido, hasta las condiciones laborales mejoran”, explican miembros del Colegio de Economistas.
Negociaciones
Trabajadores, empresarios y gobiernos alrededor del mundo se sientan cada año para negociar el incremento del salario. Esta es una decisión crucial para 3,200 millones de personas que tienen un empleo actualmente, según datos del Informe de Desarrollo Humano 2015 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entretanto, la mesa de concertación del mínimo en Honduras ha girado en torno a la diferencia de entre 5 y 7 por ciento, lo que implicaría un aumento nominal de 450 a 600 lempiras, los trabajadores de los países desarrollados de Europa y Norteamérica tienen una variación porcentual menor.
Las distancias siguen siendo grandes, por ejemplo un empleado suizo gana nueve veces más que un obrero hondureño, pero no tan grandes como una década atrás.
El Banco Central de Honduras (BCH) informó que en 2015 la inflación cerraría en alrededor del 3 por ciento, pero hay quienes dicen que el debate sobre el incremento del mínimo debe ir más allá de la cifra.
José Luis Baquedano de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), dice que “la inflación a noviembre no llegó ni al 3% (2.36%), pero el costo de vida real es mucho más que ese indicador del BCH”.
¿Nuevo salario?
El incremento al salario mínimo que entró en vigencia el 1 de enero anterior está dentro de los parámetros negociados en 2014, cuyo ajuste fue negociado y se apega a los índices emitidos por el Banco Central por inflación.
“Negociamos la inflación hasta un 8% y el Banco Central proyecta menos de 4%. Nos preocupa que la empresa privada vaya a pedir una revisión del acuerdo”, mencionó Baquedano.
Se estableció como salvaguarda que en caso de que la inflación interanual fuera superior al 8% o inferior a 4%, los sectores revisarían la tabla de salarios, a la alza y a la baja, respectivamente.
Baquedano afirmó que en caso de alguna revisión a la baja no depende de las centrales obreras, sino de los datos que emita el BCH.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), ya solicitó la revisión, lo que llevaría a una negociación de ciertas actividades, excepto la maquila que mantendrá el salario fijado en diciembre anterior.
El aumento para los trabajadores del sector privado del país oscila entre 5.5% y 8%, según la actividad económica y la cantidad de empleados de cada empresa.