La Lima, Honduras.- Ante la llegada de decenas de migrantes hondureños deportados desde los Estados Unidos, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) les entregará provisiones de alimentos y 100 dólares (equivalente a 2,546.53 lempiras) como parte de las primeras medidas para apoyarlos en su reinserción.
José Carlos Cardona, secretario de Sedesol, explicó que a los compatriotas retornados se les darán dos tickets para reclamar las provisiones por los próximos dos meses, así como los 100 dólares en efectivo como parte de las instrucciones ordenadas por la presidenta Xiomara Castro a través del programa “Hermano, vuelve a casa”.
Además de esta ayuda inicial relató que se les toman datos para comunicarse con ellos y ofrecerles oportunidades de emprendimiento.
Para ello, se recopila información sobre sus estudios, el sector en el que laboraban en Estados Unidos y de qué trabajaban, resaltando que la mayoría de ellos se ganaba el pan de cada día en los sectores agrícola y de la construcción, pues a la mayoría de ellos “los han capturado en campos o en construcciones”, agregó Cardona.
Por otro lado, el titular de Sedesol informó que la mayoría de los retornados son personas jóvenes.
“La mayoría de migrantes que hemos recibido, 149 son de 19 a 30 años; 121 de 31 a 50 años; 13 son mayores de 50 años y 18 son menores de edad”, confirmó.
Seguidamente, detalló que gran parte de ellos provienen de los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, El Paraíso, Yoro y Olancho. En contraste, se reportan menos retornados originarios de Gracias a Dios, Islas de la Bahía, La Paz y Valle.
Por otro lado, Antonio García, vicecanciller de Asuntos Consulares y Migratorios, reveló que los hondureños que regresaron al país a bordo del primer avión militar estadounidense se encontraban esposados.
“Nos dijeron que les quitaron las esposas aquí en el aeropuerto. Ese no era el acuerdo que teníamos con ellos, sino que al entrar al espacio aéreo”, destacó García.
Pese al cansancio por el viaje, García expresó que en los connacionales se percibe sentimientos encontrados. Por un lado, aquellos que fueron capturados en la frontera en su intento por llegar a Estados Unidos se encontraban tristes y frustrados, pero al ser recibidos con alimentos, un kit de higiene y una grata atención, logró mejorar sus ánimos.
“Lo que sigue es ayudar a esa gente a que se reintegre, que no se vuelvan a ir”, dijo García, mencionando que a través de las estrategias del gobierno estos hondureños puedan rehacer sus vidas.