TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El uso de la pólvora para festejar las fiestas de fin de año lamentablemente hizo que se aumentara el número de menores quemados.
Hasta el 1 de enero, la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (Fundaniquem) registró 32 menores que sufrieron quemaduras por la manipulación de artefactos hechos a base de pólvora.
A pesar de las campañas para prevenir y reducir el número de niños quemados, esta temporada la cantidad se duplicó respecto a la temporada de Navidad y fin de año de 2022, cuando se contabilizaron 13 menores.
Alfredo Ortiz, portavoz de la fundación, lamentó que más niños salgan con daños en su cuerpo debido al uso de la pólvora, por lo que pidió a los padres estar pendientes de lo que hacen los menores.
Del total de niños quemados, 14 fueron atendidos en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, dos en el centro regional de norte del Instituto Hondureño de Seguridad Social, dos en el Centro Hondureño para el Niño Quemado (Cehniq) y dos en el Hospital Materno Infantil.
“De esos 30, aproximadamente ocho se han visto afectados por mutilación y el resto por quemaduras profundas que van a dejar serias secuelas debido a las quemaduras que han sufrido”, dijo el portavoz.
Ayer se reportaron dos nuevos ingresos, una menor de tres años procedente de Tegucigalpa y un niño que fue trasladado de Comayagua. Las autoridades de la fundación esperan que no se sigan presentando más casos de niños quemados, por lo que hacen un llamado a los padres.
