TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La educación superior del país entra en una fase crucial de su destino.
Hoy o mañana, los siete miembros de la Junta de Dirección Universitaria (JDU) decidirán si le entregan la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) a los políticos o a los profesionales con más alto perfil nacional e internacional, nunca cuestionados ni repudiados.
Actualmente los académicos guardan silencio confiando en el respeto de la legalidad, la meritocracia y la independencia de los miembros de la JDU; por otro lado, el liderazgo del partido Libertad y Refundación (Libre) con la complacencia de Casa Presidencial presionan por todos lados para que su candidato Odir Fernández sea el que ocupe el cargo de rector.
La decisión que tome la JDU podría venir a potenciar el avance del proceso de transformación que viene experimentando la alma mater desde el año 2005, o a constituir el empujón para que esta casa de educación superior caiga en el despeñadero de la mediocridad, la anarquía y la corrupción, al ser dejada la rectoría en manos de los políticos de turno.
En la exposición de sus planes de trabajo que realizaron el viernes recién pasado los cinco candidatos a la rectoría surgieron líneas académicas, así como renglones de un discurso político.
Presentación
La primera en exponer fue María Victoria Zelaya, quien destacó en su plan 15 objetivos específicos donde resaltó un seguimiento al informe de resultados de la universidad para poder saber cuánto se ha avanzado en los aspectos académicos y administrativos y qué decisiones tomar para mejorar.
Planteó una mesa de diálogo para conocer las inquietudes de los estudiantes, así como el elaborar un manual de puestos de salario del estatuto de los docentes. Destacó la necesidad de retomar los temas de posgrados en todas las unidades académicas, impulsar la vinculación y la investigación científica para que venga a dar soluciones a los problemas nacionales. Igualmente habló de fortalecer el proceso de admisión, el cual no debería ser cuestionable.
En su turno, René Antonio Noé Martínez manifestó que su primera tarea a considerar es una revisión del plan estratégico institucional y el proyecto operativo anual, así como revisar las metas con el fin de que sean realistas y medibles. La segunda es generar y fomentar un ambiente inclusivo”.
Sostuvo que fortalecerá la investigación, la innovación, la recuperación y permanencia del estudiantado que debe ser una preocupación fundamental para la UNAH. “Lastimosamente aquí tenemos una parte política que tiene mucha injerencia y muchas veces nos afecta como institución”, pero tratará de mantener el respeto de la autonomía, añadió.
El tercer expositor fue Odir Fernández, criticó parte del trabajo que ha realizado la UNAH, así como los planes de estudio de algunas carreras, los convenios que ha firmado sin ningún fruto, exponiendo que buscará establecer en una nueva agenda de desarrollo sostenible en el componente de educación y calidad con una visión bastante humanista, incluyente y bastante científica que aporte a la sociedad.
Dijo: Tenemos que establecer una gobernabilidad institucional en el tema de administración, el tema de docencia, el tema de investigación, vinculación, internacionalización y previsión social. En materia de gobernabilidad democrática es importante generar certidumbre a los estudiantes.
Sería un error descartar una Prueba de Aptitud Académica (PAA), lógicamente hay que revisarla para generar parámetros nacionales, para que los estudiantes no dejen de formar parte de la comunidad estudiantil a pesar de que no la aprueben.
La eliminación de la PAA ha sido una demanda de un diputado de Libre cuya hija que quería estudiar Medicina no pasó esa evaluación y tuvo que enviarla a una universidad privada.
Señaló que uno de sus grandes retos en materia de gestión académica administrativa es el aumento de la matrícula, también aseveró que hay que generar participación, transparencia, una revisión del Estatuto del Docente, impulsar la tecnología y la inteligencia artificial y atender la crisis financiera del Instituto de Previsión de la UNAH.
El científico Marco Tulio Medina proyectó la urgencia de imponer una gobernanza, fomentar los espacios en las organizaciones estudiantiles, docentes y de trabajadores para que además de ser auténticamente representativas funcionen de acuerdo con los principios de inclusión, de respeto a la pluralidad, la democracia.
Debemos promover la diversificación de los programas de educación superior con calidad y pertinencia partiendo de una nueva etapa del conocimiento en el cual hay enormes retos que la universidad debe afrontar, dijo.
En cuanto al presupuesto, Medina dijo que hay que buscar otras fuentes para fortalecer el 6 %, y así garantizar con ello una implementación de una educación de calidad con el uso de herramientas tecnológicas y competencias digitales.
El último en exponer fue el rector interino Francisco Herrera, quien casi vencido por los políticos de Libre sostuvo: “Tenemos que tener una universidad que trabaje de una manera absolutamente de acuerdo con el pulso de la nación y de la universidad.
Ustedes tienen una gran responsabilidad sobre sus espaldas y espero que tomen la mejor decisión por Honduras y sobre todo por esta universidad”.
