SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Más de 1,500 personas afectadas por las recientes tormentas Eta y Iota permanecen en albergues, alrededores de los bordos y en el bulevar en La Lima, Cortés. Ingrid Guardado es damnificada y manifestó que “tenemos más de 37 días de estar albergados en el instituto Patria, pero no podemos volver a nuestros hogares porque aún están inundados, nosotros residimos en la colonia Municipal, las casas aún están con agua y otras quedaron destruidas”.
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Al menos 1,000 limeños aún están en diferentes albergues como centros educativos e iglesias, pero en los bordos y en el bulevar hay al menos 500 pobladores quienes se han acondicionado en carpas.
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La mayoría de familias que están en los albergues son de la colonia Municipal, aldeas Samaritana, San Juan, San José, entre otras que por el paso de las tormentas quedaron totalmente destruidas.
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“En nuestra colonia no pueden entrar las volquetas porque aún hay agua, hay enfermedades y no podemos poner en riesgo a nuestros hijos, por lo menos en el albergue tenemos agua y comida para los niños”, agregó la pobladora.
Inundaciones
María Rivera es una mujer de la tercera edad, quien relató que ya había pasado por situaciones de inundaciones, “en mis 77 años nunca había tenido que pasar por una situación como esta, perdí todo lo que tenía que era mi casa, nunca pensé quedar en la calle a tan avanzada edad”.
Las ayudas no faltan en los principales albergues del municipio, ayer una comitiva de la Cruz Roja de Honduras y España ejecutaba un nuevo censo para proporcionarles alimentos y otros productos básicos para higiene.
Gerardo Machado, represente de la Cruz Roja Hondureña, expresó que desde el primer día de las emergencias han trabajado en el rescate, evacuación y primeros auxilios, posteriormente las atenciones en los albergues con ayudas que han gestionado con Cruz Roja de otros países.
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En el parque de La Lima instalaron una clínica móvil que atiende a unos 150 pobladores diarios, a quienes dan atención médica y psicológica, también trabajan en la localización de personas que sus familiares daban por desaparecidas.
Son al menos mil limeños los que aún están en diferentes albergues como centros educativos e iglesias, sin embargo, en los bordos y en el bulevar hay al menos 500 pobladores, quienes se han acondicionado en carpas plásticas porque aseguran que todavía no pueden regresar a sus hogares, ya que según ellos las colonias donde vivían ahora son inhabitables.
Samantha Coello es damnificada y con sus dos hijos se instaló en el bulevar. Asegura que a pesar de estar bajo un plástico, ahí está más segura que regresar a su casa en la colonia Inversión. “Necesitamos proyectos de viviendas, todas las familias que estamos en este bulevar es porque nos quedamos sin casa y no tenemos para donde irnos”, agregó la pobladora.
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