TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La deforestación de los bosques es la principal causa de los derrumbes reportados en diversas regiones del territorio que mantienen en angustia a miles de hondureños.
Los derrumbes y deslizamientos se han reportado en los cuatro puntos cardinales de la nación y han devastado viviendas y ejes carreteros.
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Los departamentos más afectados con derrumbes han sido Olancho, Santa Bárbara, Ocotepeque, Francisco Morazán y Copán, entre otros.
Aunque ni las autoridades saben a ciencia cierta cuántas familias fueron afectadas ni qué comunidades están en riesgo por los derrumbes.
EL HERALDO intentó comunicarse con el ministro de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Max González, para conocer a detalle cada una de las zonas afectadas por los derrumbes, pero el funcionario no respondió las llamadas telefónicas.
Otros funcionarios de Copeco se negaron a compartir el informe sobre los daños causados por los deslaves.
Las estimaciones de los alcaldes de los municipios afectados indican que son miles de familias que están amenazadas por los derrumbes.
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Olancho
El municipio de Esquipulas del Norte, Olancho, ha sido de los más afectados por los deslizamientos y las lluvias, al grado que se encuentra totalmente incomunicado.
“Nosotros tenemos más de 70 casas destruidas, las carreteras dañadas. Es exagerado lo que está sucediendo, tenemos cerros que le están cayendo encima a la gente. Estamos incomunicados”, alertó el alcalde de Esquipulas del Norte, Luis Alonso Fúnez.
En este municipio, las autoridades están desesperadas porque los derrumbes y las inundaciones acabaron con un tramo de la calle principal.
Los deslizamiento tuvieron un impacto aterrador en al menos 72 familias de unos cinco caseríos, que fueron evacuadas ante los constantes derrumbes y lluvias.
“Estamos cien por ciento en riesgo, le pedimos al gobierno que nos auxilie, apenas nos mandaron 94 bolsas solidarias y somos el municipio más golpeado de Olancho”, lamentó Fúnez.
En este extenso departamento también resultó afectada la principal arteria vial conocida como corredor agrícola.
Las autoridades gubernamentales mantienen cerrado un tramo en el municipio de Gualaco, donde el cerro cayó sobre la carretera y la destruyó.
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Occidente
La franja occidental del país ha sido fuertemente golpeada por los dos fenómenos naturales.
En Santa Bárbara, los municipios de Quimistán, Azacualpa, Macuelizo y Protección son los más afectados por los deslizamientos.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Santa Bárbara, Adalberto Romero, manifestó que un alud soterró alrededor de 250 casas en la aldea La Reina, Protección.
“1,100 personas vivían en la comunidad, la comunidad desapareció porque quedaron enterradas 250 casas de las 285”, manifestó el rescatista.
Describió que “para que se haga una idea, las plantaciones de café quedaron sobre el techo de las casas”.
Mientras su alcaldesa, Teresa Sarmiento, solicitó ayuda al gobierno porque hay que reubicar a los afectados.
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“Nunca había pasado algo así en la historia; hay que reubicar a la gente, quedó inhabitable”, sostuvo.
La amenaza de derrumbes en la zona es latente porque las lluvias no han cesado.
Ayer, en la aldea Zambrano, Protección, fueron evacuadas 70 familias debido a la amenaza de un cerro de venirse sobre la localidad.
El peligro es inminente en algunas zonas del departamento de Lempira.
En la aldea San Rafael del municipio de San Miguelito, unas 80 familias también fueron evacuadas por el riesgo de que un cerro pueda caerles encima.
Los cuerpos de socorro mantienen bajo inspección permanente algunas comunidades de los municipios de La Unión, Iguala y Lepaera.
Mientras que en el departamento de Ocotopeque, en el municipio de Belén Gualcho se presentan los mayores riesgos de deslaves.
Algunos medios locales informaron que en un cerro de la localidad se ha formado un dique de tres manzanas de extensión que podría ceder en cualquier momento.
Aunque las lluvias han cedido y el sol ha salido por escasos minutos en Ocotepeque.
En esta misma zona, el 18 de noviembre fallecieron soterrados cinco miembros de una sola familia.
En este departamento, la mayoría de calles reportan severos daños y todavía hay decenas de aldeas y caseríos incomunicadas.
Mientras que en el departamento de Copán se ha estado monitoreando cada una de las carreteras y comunidades para evitar una nueva catástrofe.
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Calle principal
La carretera CA-5, principal arteria vial del país, es una de las más golpeadas por los derrumbes.
La saturación de agua en los cerros y montañas ha provocado más de 50 derrumbes entre Villanueva y Siguatepeque.
Desde el municipio de Villanueva se comienzan a ver los deslizamientos, pero en el sector de Santa Cruz de Yojoa los daños aumentan, ya que en la zona de El Balín, El Bambú y Los Chorros ocurrieron derrumbes que taparon los cuatro carriles de la carretera, pero ya está habilitado el paso.
Jessica Rodríguez es pobladora de la aldea Los Chorros, y manifestó que en esa zona ocurrieron varios derrumbes, pero afortunadamente no se reportaron personas fallecidas.
Marlon Pineda, alcalde de Santa Cruz de Yojoa, manifestó que ya tienen más de 20 días de estar trabajando por las emergencias. “En todo el municipio tenemos al menos 14 derrumbes en la CA-5, más los derrumbes en aldeas que debido a que el paso está cortado están incomunicadas, sin agua, enviamos un informe al Gobierno Central, pero todavía no hemos recibo respuesta”.
En Santa Cruz de Yojoa se destruyeron por completo 20 viviendas de la aldea La Fe, en donde pobladores fueron evacuados en helicópteros porque no hay acceso por carretera
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Zona norte
Destrucción de casas y carreteras partidas por los derrumbes es el panorama en el municipio de Omoa, que todavía está sufriendo los embates de los fenómenos naturales que han azotado el país por más de 20 días.
El paso a la aduana de Corinto sigue interrumpido por el derrumbe que hace cuatro días soterró un tramo de la carretera de casi medio kilómetro en las cercanías del puente del río Cuyamel.
El gigantesco alud de tierra también destruyó seis viviendas de la comunidad Brisas de Cuyamel. Los sistemas de agua potable están colapsados y tampoco tienen energía eléctrica.
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