SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Un doctor identificado como Alejandro Espinal denunció -a través de un video transmitido en Facebook- que sufrió agresiones de parte del inhabilitado diputado Mauricio Rivera, en un hotel de San Pedro Sula.
“Quiero denunciar públicamente que el exdiputado Mauricio Rivera me está atacando, está en un espacio donde estamos en el comité electoral”, dice el médico dentista al momento que camina hacia donde supuestamente está Rivera, pero una mujer sale a su paso tratando de detenerlo.
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“No, vámonos. Vámonos, Dani... Doctor, no”, son algunas de las voces que trataban de que el doctor no siguiera en el zafarrancho.
“Estoy en un evento exclusivo y el diputado me vino a atacar, me vino a golpear. Ahí está...”, sigue narrando Espinal mientras enfoca supuestamente a Rivera, aunque en el video no se logra identificar con claridad, aún que sí se puede decir que el aspecto físico es similar al del congresista.
“Le pido por favor diputado que se retire de mi espacio”, solicitó el doctor al diputado, pero uno de los supuestos acompañantes de Rivera se le plantó en frente al médico para que no continuara grabando.
En tono desafiante, el hombre interpeló al médico de si él era huésped o no, acto seguido le indicó que “nadie se está retirando porque él es huésped”, defendió el tercero a Rivera, mientras este estaba acostado en una silla de playa en supuesto estado de ebriedad.
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-Él está en mi espacio.
-Cuál es tu espacio, delimitámelo.
-Estoy transmitiendo en vivo
-¿Vos sos huésped?
- Sí, aquí está mi tarjeta.
Me vino a tirar una cerveza.
Esta fue parte de la conversación entre el médico y la otra persona que trató de que no grabaran el rostro de Rivera, quien no reaccionaba y solo estaba recostado sin entender lo que sucedía.
“No lo grabés, no lo grabés”, le solicitaban al doctor.
“Me van a disculpar: el área de piscina ya terminó, está permitido hasta las 9:00”, intervinieron los guardias de seguridad del hotel.
Sin poder descifrarse lo que dice, Rivera pronuncia algunas palabras, pero su voz se entrecorta producto de estar pasado de bebidas alcohólicas.
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Video:
Más tarde el Colegio de Cirujanos Dentistas de Honduras aclaró que el supuesto altercado es ajeno a las actividades que ellos, como institución, realizaron en dicho hotel un día antes (sábado 15 de octubre). “Nuestra actividad se desarrolló sin ningún inconveniente logrando los objetivos planificados en la asamblea y culminando con éxito a las 8 de la noche del sábado”, confiaron a EL HERALDO.
Entretanto, el incidente entre Espinal y Rivera ocurrió el día domingo en el tiempo personal de ambos involucrados.
No es primera polémica:
No es primera vez que el diputado Rivera se encuentra involucrado en presuntas agresiones, pues hasta está en medio de un proceso judicial producto de su conducta.
Rivera participó en una protesta en la que además de quemar llantas lanzó piedras a los ventanales del edificio Ciudad Mujer, rompiendo los cristales de las ventanas y poniendo en riesgo la vida de los empleados que se encontraban en su interior.
Fue así que ese mismo día, Tatiana Lara acudió a interponer la denuncia respectiva y desde entonces se inició un proceso en contra del legislador, quien el pasado 26 de agosto fue suspendido de su cargo de forma temporal.
A Rivera se le supone responsable de los delitos de violencia contra la mujer, coacciones, daños, tráfico de influencias y perturbación del orden público tras protagonizar una violenta protesta.
El Código Penal vigente señala una pena de entre uno y cuatro años de prisión más una multa por el delito de violencia contra la mujer.
Por el delito de tráfico de influencias impone un castigo de dos a cinco años, y por el delito de esta normativa impone un castigo de uno a dos años de reclusión y prohibición de residencia por el doble del tiempo de la condena.
Además por el delito de coacciones establece una pena de prisión uno a tres años o prestación de servicios de utilidad pública o a las víctimas de 180 a 360 días.
Esta normativa castiga a quien destruye, deteriora, inutiliza o causa daños a cosa ajena, debe ser castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de 180 a 720 días si la cuantía del daño excede de cinco mil lempiras.