TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) no solo tendrán su policía y sistema judicial, sino que hasta su propio 'defensor del pueblo', una oficina que será la encargada de velar por los derechos humanos de sus residentes.
La carta de Próspera establece que el Comité de Adaptación de Mejores Prácticas (CAMP) nombrará un defensor del pueblo una vez que al menos mil personas establezcan su residencia física en la ciudad modelo.
Cuando se supere esta cifra, los ciudadanos podrán interponer denuncias ante el defensor del pueblo por violaciones o vulneraciones a sus derechos.
Sin embargo, el defensor del pueblo podría desmotivarse a plantear las denuncias ante el Servicio de Arbitraje porque será responsable personal y económicamente, en caso de que los árbitros determinen que durante el proceso hubo abusos de procedimiento.
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El defensor del pueblo, que jugará un papel similar al del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos u Ombudsman, desempeñará su mandato durante 12 años.
Tendrá entre sus facultades investigar los hechos asociados con la petición y de presentar acciones legales (denuncias) o equitativas para remediar o negar actos ilegales o nulos de Próspera, sus funcionarios u agentes a través de procedimientos de arbitraje público ante el Servicio de Arbitraje por defecto o ante el Centro de Resolución de Disputas de la Asociación Americana de Arbitraje ante la petición de diez residentes.
“Las metodologías utilizadas deben ser coherentes con las mejores prácticas internacionales, y en la medida de lo posible, reproducir las aplicadas por organizaciones internacionales e instituciones académicas de renombre”, señala la carta.
Cada defensor tendrá acceso a información pertinente y confidencial, con sujeción a las estrictas directrices de uso previstas en el acuerdo de contratación. El presupuesto de las actividades de la Oficina del Defensor del Pueblo correrá a cargo de distribuciones del fideicomiso de Próspera y donaciones voluntarias hechas por personas naturales residentes hasta cien dólares al año.
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