TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Desesperados en albergues de ciudades fronterizas de México se encuentran miles de hondureños que esperan una cita para solicitar asilo en
Estados Unidos.
La pandemia del covid-19 ocasionó que el proceso de entrevistas con las autoridades de migración, que de por sí ya era bastante lento, se convirtiera en una pesadilla.
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En muchas ciudades incluso los procesos de solicitud de asilo se han cancelado hasta nuevo aviso, obligando a los connacionales a permanecer varados o caer en estado de mendicidad por la necesidad.
El tiempo promedio que una persona debe esperar para su primer entrevista es de al menos dos meses, luego son retornados a México con un número y una nueva fecha para una segunda entrevista que puede abarcar entre seis y nueve meses.
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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), por su parte, mantiene activa la posibilidad de un retorno voluntario para los hondureños que desistan o deseen regresar al territorio nacional.
Las deportaciones de hondureños de Estados Unidos y México no han parado, pero sí se ha reflejado un descenso dramático en la cantidad de retornados.
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