Agresivo y controlador: familiares de Karla Zelaya revelan nuevos detalles del peruano que la asesinó

LIMA, PERÚ.- Este sábado se cumple un mes desde esa última llamada que recibió la madre de Karla Xiomara Zelaya Godoy el 22 de septiembre, en la que le contó que estaba a bordo de un taxi que la llevaría a conocer a la familia de su novio, el peruano Jorge Alfredo Minaya Garay.

La hondureña-española había llegado a Perú con ese claro objetivo, pues llevaba más de un año de sostener una relación amorosa con Minaya Garay, a quien conoció en Londres, Inglaterra, en el lugar de trabajo de ambos. Los dos viajaron juntos desde Europa y su paso por Perú sería breve.

Al siguiente día, es decir, el 23 de septiembre, Karla debía tomar un vuelo de regreso, donde se reencontraría con su familia y volvería a abrazar a su pequeña hija de ocho años. Además, continuaría con sus labores en su trabajo, pero nada de esto ocurrió, pues no se volvió a tener noticias de su paradero.

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Alarmados, sus parientes, a pesar de la distancia, comenzaron a alertar a las autoridades peruanas sobre la desaparición de la hondureña y de su novio, pero no hubo respuestas.

Fue hasta el 1 de octubre que Erick Zelaya, hermano de Karla, obtuvo el dato de que su cuñado había salido de Perú, pero a través de una frontera terrestre con Chile. Una vez en Chile tomó un vuelo y volvió a Londres.

De Karla no se sabía nada, hasta que finalmente, el extranjero decidió contactar a Erick y le confesó, en un perturbador audio, su crimen. Reveló que mató a su compañera de hogar y la enterró en el patio de la casa de su abuela, al tiempo que aseguró estar arrepentido.

Una vez con el testimonio del femicida, la búsqueda del cuerpo de Karla tomó alrededor de 10 horas, según medios locales de Perú. Sus restos fueron encontrados en el solar de la abuela de Jorge, situado en Carabayllo, en Lima.

Tras confirmar el horrendo crimen, los familiares de Karla tocaron puertas en Perú, España e Inglaterra para que el individuo fuese capturado y llevado ante la justicia y aunque el 15 de octubre se llevó a cabo la detención en Kent, el sitio donde residían, según Infobae, la aprehensión obedece a otro delito.

La autopsia realizada al cadáver establece que la catracha murió asfixiada. El hombre le habría dicho a la Policía que la asesinó en defensa propia, luego de que ella se le abalanzara con un cuchillo, durante una pelea. Este extremo aún no se ha confirmado.

Mientras tanto, en Perú se llevan a cabo las indagaciones, pero las personas cercanas a la víctima aseguran que la madre, abuela y otros parientes del acusado se han negado a presentarse a los interrogatorios, ante la vista y paciencia de las autoridades.

“Aquí existe una negligencia entre todas las acciones policiales desde Perú, que llaman a la madre de Jorge a ir a la comisaría, no acude inicialmente y la dejan pasar los días. Ninguna presión”, denunció días atrás una usuaria de Facebook identificada como Deborah Ferreira, quien sería muy cercana a Karla.

Esa misma situación ha sido confirmada por Erick, quien dijo que Jorge no actuó solo y pidió a la Fiscalía peruana encontrar a todos los involucrados.

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“Mi hermana llegó a la casa de la mamá de Jorge Alfredo Minaya Garay y es donde fue el crimen. Ella fue llevada y enterrada en la propiedad de su abuela y él no lo hizo solo, hay muchos involucrados, por favor, muévanse, hagan algo, ya que todo lo he hecho por mi parte”, expresó el impotente hermano de la malograda joven.

A medida pasan los días se sabe que Jorge no era el novio amoroso que parecía ser en las imágenes que la pareja se tomó en su recorrido por Machu Picchu y otros sitios turísticos de Perú.

Danira Zelaya, una hermana de Karla que viajó al país sudamericano para gestionar la repatriación de su familiar, dijo a medios peruanos que ambos laboraban en un estacionamiento de camiones y sintiéndose atraídos por sus características físicas, su manera de ser y las similitudes que compartían, decidieron entablar una relación amorosa.

Pero ahora recuerda con dolor la vez en la que su hermana le contó que algunas actitudes de Minaya Garay le preocupaban, lamentablemente, cuando ella decidía alejarse él volvía a convencerla de continuar con su relación.

“Ella me comunicó una vez que, lo que le preocupaba del chico era que era muy agresivo, muy controlador, se mete en mi dinero, le gusta estarme controlando. Luego, él venía a donde ella y le traía cariño y flores y comenzaba a endulzarla de nuevo y eso la volvía a conectar”, dijo la hondureña.

Danira recordó a su hermana como una persona “temerosa de Dios, optimista y ejemplar, que cumplía con todo lo que se proponía” y estaba dotada de humildad, “es una mujer a la que hay que hacerle justicia”, concluyó.