ARIZONA, ESTADOS UNIDOS.- Luego de ser reportada como desaparecida desde el 1 de julio, la joven hondureña de 25 años, Doris Maricela Aguilar, fue encontrada sin vida el 21 de julio al interior de un vehículo en una plaza comercial de Phoenix, Arizona.
Junto al cuerpo de la hondureña, oriunda de Lempira, también se encontraban los restos de Juan Cuellar, un hombre de 51 años que según relató la familia, acosaba a Doris luego de haberla conocido en el gimnasio en que acudía. Cuellar se quitó la vida luego de haber asesinado a la catracha al interior de un vehículo.
Según las investigaciones de las autoridades y del investigador privado, Steve Fischer, Cuellar era un hombre muy peligroso que no dejaba en paz a Doris Aguilar, quien había expresado su suma preocupación a su familia por la incómoda situación.
Inquietante mensaje previo a desaparición
A pesar de que Cuellar fue despedido del edificio en donde trabajaba y Doris cambió de gimnasio por temor, el hechor continuaba enviándole mensajes amenazantes y apareciendo sin previo aviso en el local donde la hondureña entrenaba.
Asimismo, el hombre de 51 años dejó un inquietante mensaje dirigido a Aguilar tan solo tres días antes de que se reportara su desaparición.
“Recuperando mi membresía de por vida (del gimnasio). Nos vemos pronto”, posteó Cuellar en su cuenta de Facebook en supuesta dedicatoria a Doris Aguilar.
Esta publicación aumentó la preocupación de Doris, quien en su chat privado también recibió varios mensajes por parte de su acosador.
“Buenas noches mi espléndida diosa, que descanses”, “Te amo mucho, allá te miro mañana” o “Hi gorgeous”, fueron algunos de los mensajes que recibió la hondureña de 25 años por parte del individuo que terminó acabando con su vida en Phoenix.
Espeluznante crimen
Doris Maricela fue secuestrada por Juan Cuellar el 1 de julio cuando la connacional salió de su casa para ir a una tienda cercana. Tras visitar este establecimiento no se supo más sobre su paradero.
El cuerpo de la joven fue encontrado al interior de un vehículo al lado de su captor, quien se suicidó tras haberla asesinado. Debido a su avanzado estado de descomposición, hasta el 21 de julio se informó que el cadáver encontrado en un estacionamiento de Phoenix era el de Doris.
Junto a su cadáver yacían sus pertenencias, entre ellas su bolso, billetera, pasaporte, tarjetas de crédito y dinero en efectivo. No obstante, su teléfono celular y las llaves del vehículo no estaban ahí.
La familia de Doris aseguró que Cuellar acosó durante más de un año a Doris, quien siempre rechazó sus insinuaciones. “Doris le tenía miedo”, se limitaron a decir sus personas más cercanas.
