En el mes pasado se detuvieron a 9,174 unidades familiares procedentes de Honduras, según la Patrulla Fronteriza de EEUU, pese a la que el territorio estuvo resguardado por agentes de esta unidad y militares para evitar el ingreso de indocumentados.
Esta protección, incluso, derivó en el lanzamiento de gases lacrimógenos y balas de goma, hecho denunciado por organismos de derechos humanos.
Las cifras de noviembre están por arriba de las de octubre, cuando se registró la detención de 8,419 familias hondureñas. Un incremento de 755 familias entre esos meses.
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Entre ambos meses, que forman parte del año fiscal 2019, se contabiliza un acumulado de 17,593 familias hondureñas aprehendidas en zona fronteriza.
De mantenerse ese ritmo, este año fiscal superará en cuestión de meses las estadísticas de períodos anteriores. Por ejemplo, el acumulado del año fiscal 2019 representa casi 45% de lo registrado en ese término del 2018 (un total de 39,439 familias hondureñas detenidas).
Y lo que va del año fiscal 2019 también está a punto de sobrepasar todo lo del 2017 (unos 22,000) y del 2016 (unos 20,000).
No obstante, no se trata de un problema circunscrito a Honduras. Los números demuestran un incremento de familias originarias de Guatemala y El Salvador, pese a que la caravana es integrada principalmente por hondureños.
Niñez migrante
El caso de los niños que viajan solos muestra un comportamiento más estable en los últimos meses, pero por arriba de otros períodos. En noviembre, Estados Unidos detuvo a 1,281 menores procedentes de Honduras, casi la misma cifra de octubre (1,222).
Guatemala y El Salvador también mostraron un aumento de sus menores viajando solos a tierra estadounidense, con un incremento de detenciones, aunque más pronunciado en el caso chapín.
