TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El compromiso político de Estados Unidos de apoyar a los países del Triángulo Norte ya está, ahora solo falta esperar que se haga realidad.
Las autoridades hondureñas, junto a las de México, Guatemala y El Salvador, trabajan en definir la estrategia para lograr que los recursos lleguen a la gente que más lo necesita y así frenar el flujo migratorio que ha explotado en los últimos meses.
México y Estados Unidos anunciaron el martes una millonaria inversión para el sur del país azteca, y mejorar las condiciones de vida de la población en Honduras, Guatemala y El Salvador.
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En los próximos cinco años, México invertirá 25,000 millones de dólares en los estados fronterizos con Guatemala.
Mientras que en un comunicado, el Departamento de Estado de Estados Unidos informó que harán inversiones privadas y públicas por 4,800 millones de dólares, incluyendo 2,000 millones para el sur mexicano.
Además, Estados Unidos dará 5,800 millones de dólares de fondos públicos y privados para reformas institucionales y para desarrollo y crecimiento económico en el Triángulo Norte.
Todas estas medidas van orientadas a frenar la migración irregular, debido a los altos niveles de pobreza y violencia que afectan a estos países.
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Reacciones
Marlon Tábora, embajador de Honduras en Estados Unidos, informó que la canciller hondureña María Dolores Agüero está trabajando en los alcances de este plan de inversión para frenar la migración hacia la nación del norte y que lo anunciará en las próximas horas.
EL HERALDO consultó ayer sobre el particular a Agüero, pero expresó que hasta ese momento no podía referirse al tema.
No obstante, Tábora es del criterio que todavía no es de cantar victoria, ofreciendo una falsa expectativa.
“Es muy importante distinguir entre la voluntad política de comprometer esa cantidad de recursos y la capacidad de hacerlo”, advirtió a EL HERALDO.
Eso pasa primero porque los recursos estén aprobados en los presupuestos de cada país, algo que no existe a este momento, y segundo, que los responsables sean capaces de ejecutarlos. Eso pasa por tener un plan concreto, alineado con las prioridades y voluntades de los países del Triángulo Norte, y segundo, un mecanismo claro de implementación.
“Por eso hay que ser prudentes, este es un proceso gradual, mi sugerencia es esperar a ver qué resulta de las próximas reuniones”, opinó.
Proyección
Para los expertos en temas migratorios las intenciones de otro plan para mejorar la calidad de vida de los centroamericanos y mexicanos es positivo.
Otros intentos
El excanciller de Honduras, Guillermo Pérez Cadalso, destacó que este es un nuevo intento de Estados Unidos para mejorar las condiciones de los países más pobres de Mesoamérica.
Anteriormente, existió el Plan Puebla-Panamá, que comenzaba en Puebla, México, y terminaba en Panamá, pero desgraciadamente no tuvo todo el efecto que se deseaba.
Luego el presidente Barack Obama formó la Alianza para la Prosperidad para dotar de aproximadamente 800 millones de dólares al Triángulo Norte, siempre con el propósito de evitar los flujos migratorios tan grandes.
Ahora la modalidad es que la inversión la harán Estados Unidos y México, mientras que las cantidades son importantes y no solo el Triángulo Norte sería el receptor de estos fondos, sino que la zona sur de México, que es de las más deprimidas del país, todo lo que es Chiapas y áreas circunvecinas.
Evidentemente, consideró Pérez Cadalso, este plan va dirigido a la creación de empleos y el fomento del desarrollo.
Otro elemento que es importante de valorar, es que los fondos no solo son públicos, sino que también privados de Estados Unidos.
“Van con el enfoque de crear empresas, fortalecer la micro empresas y todo lo que pueda generar oportunidades para que los ciudadanos de estos tres países y del mismo sur de México no quieran migrar más hacia al norte, al tener una estabilidad económica y de desarrollo en su propio patio”, declaró.
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