CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- José Antonio Velázquez se encontraba desaparecido desde el 27 de julio, tres meses después fue encontrado su cuerpo sin vida entre las montañas de la comunidad de Santa Mónica, California, Estados Unidos.
El lunes 3 octubre un grupo de persona hacía senderismo y se encontró con el cuerpo de “Toñito”, como le decían de cariño sus familiares.
Las autoridades hicieron el levantamiento del cuerpo y fue cinco días después que lograron identificarlo y avisar a los familiares del joven hondureño el pasado sábado 8 de octubre.
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“Me descontrolé, pero vamos a poderle dar un entierro cristiano a mi muchachito”, dijo la madre de Velásquez a Los Ángeles Time.
Hasta el momento se desconoce la causa de la muerte del hondureño, pero las autoridades ya trabajan en una investigación para determinar lo ocurrido.
Investigación
Diversas declaraciones de sus familiares indican que el joven salió el 27 de julio con sus amigos, se bebieron unas cervezas en un bar cerca de Janss Marketplace en Thousand Oaks, subieron a dos vehículos y se dirigieron a su casa.
Cuatro días después, las autoridades encontraron el vehículo -una camioneta blanca- a cuatro millas del lugar donde estaban y aunque al principio se mantuvo la teoría de un robo, esta se descartó al encontrar todas sus pertenencias al interior del automotor, según contó su tía Gloria Velásquez.
Hasta el momento, las autoridades no han brindado más detalles del caso.
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“Toñito” era capitalino
Según se conoció, el joven, a quien llamaban ‘Toñito’ de cariño, era originario de Tegucigalpa, la capital de Honduras, tierra que decidió abandonar en 2016 con la intención de encontrar mejores oportunidades en el extranjero.
Ese mismo año comenzó a trabajar de plomero en Estados Unidos y en el 2021 obtuvo su licencia de contratista general, abriéndose así nuevas ofertas laborales.
“Mami, estoy feliz con mi trabajo, estoy feliz, me va bien. Este ha sido mi sueño, lo encontré. He tenido mucho trabajo. En cualquier momento puedo comprar un vuelo para ir a verte”, dijo a su madre el joven en julio pasado.
Su madre relató que hablaban al menos dos veces por semana, pero que se comunicaba constantemente con un primo radicado en Honduras, quien dio la alerta sobre su repentina desaparición.
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