Hondureños en el Mundo

Niño con cáncer que viajaba en caravana migrante recibe tratamiento en Estados Unidos

Sair junto a sus padres Argentina Paz y Rodrigo Villanueva recorrieron gran parte de México y después de varias semana pudieron ingresar al país norteamericano

28.11.2018

TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- La imagen de un pequeño niño que llevaba su rostro cubierto por una mascarilla mientras caminaba junto a su madre y su padre en la caravana migrante recorrió el mundo y tocó varios corazones.

Ellos formaban parte de los miles de hondureños que migraban hacia Estados Unidos, pero su objetivo era algo diferente: que Mery Sair recibiera atención médica en Estados Unidos, ya que padece de cáncer.

Sair junto a sus padres Argentina Paz y Rodrigo Villanueva recorrieron gran parte de México y después de varias semana pudieron ingresar al país norteamericano, donde el menor recibe tratamiento contra esta terrible enfermedad.

El pequeño guerrero se encuentra en un hospital de Texas y se conoció que su estado de salud es delicado.

Debido a su enfermedad, el niño perdió el ojo derecho y tiene varios tumores en el pie y brazo derecho que le sigiuen creciendo.

En su natal Omoa, Cortés, (norte de Honduras), su familia quedó a cargo de otros tres hijos de la pareja. El mayor de nueve años ya había sido sometido a una exitosa operación en el corazón hace un tiempo.

Atrás también dejaron la pobreza. 'Solo alcanza para arroz, frijoles y la renta porque todo está caro, no puede uno. Entonces solo queda emigrar por la salud de él'.

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Tras los tratamientos con quimioterapia, al niño 'le dolía el estómago por el hambre y quiere comerse una manzana o un banano y uno no tiene dinero para poder comprar. Duele no poder' alimentarle, dijo en una entrevista la madre, al borde del llanto.

Paz hacía limpieza en casas y su esposo actividades agrícolas 'para poder sobrevivir, pero ni así uno puede sobrevivir'.

Desahuciado
Para complicar la situación, los médicos hondureños los desahuciaron. 'Los doctores me dijeron que lo disfrutara el tiempo que le queda de vida, (...), que no saben si va a vivir días o meses', comentó con frustración.

'Una parte fundamental [de migrar] es por nuestro hijo que está enfermo, y la enfermedad que tiene en nuestro país es muy difícil [de tratar], por la pobreza y porque está en etapa terminal', lamentó Villanueva.

Resignado, comentó que 'las esperanzas en Honduras son muy pocas, entonces uno como padre tiene que estar hasta las últimas consecuencias con sus hijos y ver cómo puede uno puede ayudarlos y por eso hemos venido, arriesgando la vida y la de él'.

'Queremos disfrutarlo hasta el último momento y si Dios da oportunidad que se cure', puntualizó.