La mujer relató que salió con su hija de seis años y el pequeño José para que ambos jugaran en el patio, pero antes, se puso a peinar a la menor. Minutos después regresó dentro de la casa para guardar el peine y al salir nuevamente, su hijo ya no estaba.
En medio de su angustia, lo primero que se le ocurrió fue que alguien se lo había llevado, pues no lo encontró por ningún lado y el tiempo que pasó no hubiera sido suficiente para que el niño se alejara por su cuenta hasta perderse de su vista.
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“Yo estaba con el niño, jugando... nunca había pasado eso, él no se iba para ningún lado, sino que (siempre) andaba cerca”, dijo entre lágrimas la hondureña.
Tras no hallarlo, la catracha reportó la desaparición a la Policía, quien comenzó su ardua búsqueda hasta que un día después se encontró con el fatal desenlace: el infante había caído a un pozo séptico ubicado detrás de la casa y murió.
“Lo habían hallado en el agujero del baño. Estaba ahogado”, dijo la adolorida madre.
La Policía cree que el niño pisó un trozo de madera que cubría la entrada del pozo y eso habría sido lo que provocó el lamentable accidente.
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