LIMA, PERÚ.- Los familiares de la hondureña Karla Xiomara Zelaya Godoy continúan haciendo gestiones para poder repatriar sus restos y darles cristiana sepultura en su país natal.
Hace más de un mes que la escucharon, vieron y abrazaron por última vez, pues el 22 de septiembre su vida fue apagada por su pareja, el peruano Jorge Alfredo Minaya Garay, quien la convenció de ir a su país para presentarla con su familia y luego la asesinó.
Desde el hallazgo de su cuerpo el 12 de octubre, los parientes de la catracha luchan por obtener justicia y además poder realizar el papeleo y pagos correspondientes para sacar el cadáver de Sudamérica y trasladarlo hasta su última morada, en Honduras.
Sin embargo, el proceso de repatriación es bastante oneroso, por lo que han decidido apelar a la solidaridad de los donantes a través de una cuenta en la plataforma Gofundme a nombre de la fallecida, Karla Xiomara Zelaya Godoy.
“La vida de Karlita fue arrebata brutalmente de sus manosdejando atráss a su hija Sofía de 10 años, su madre Sonia y hermanos. Hemos creado esta cuenta de Gofundme para recaudar fondos para los gastos de traslado del cuerpo de Karla de Perú hacia su país, Honduras; gastos fúnebres, pasajesaéreoss de su mamá Sonia e hija Sofía, gastos legales y otros gastos”, comienza la explicación colocada en la descripción de la cuenta.
“Nuestra familia les agradece su apoyo monetario y oraciones, ya que estos momentos son muy difíciles para toda la familia. Tenemos fe que Dios hará justicia y aquel que le arrebató la vida a Karla pagará por su crimen”, agregó Ángela Godoy, pariente de la fallecida.
Silencio en Cancillería
Tal como lo evidenció EL HERALDO en días anteriores, la Cancillería hondureña ha tardado en pronunciarse en apoyo para la repatriación de Karla, al igual que en pedir que se agilice el proceso investigativo en contra de su victimario.
Ni en entrevistas en medios de comunicación, ni a través de su página web, redes sociales oficiales o personales, las autoridades de la Secretaría de Estado en los Despachos de Relaciones Exteriores o de la Embajada de Honduras en Perú, han emitido algún comunicado instruyendo la repatriación de la joven o una nota de duelo ante la terrorífica muerte a manos de su pareja.
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Se sabe que el costo de repatriación de un connacional fallecido en el extranjero es muy alto, por lo que en ocasiones anteriores el actual gobierno incluso decidió destinar el avión presidencial, que fue heredado de la administración pasada, para trasladar a los hondureños fallecidos por diferentes causas en países como México y Estados Unidos. Pero en este caso se han llamado al silencio.
Una de las veces en las que fue usada la aeronave fue cuando en junio de este mismo año, seis migrantes hondureños perdieron la vida dentro de un tráiler en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
Asesinada y enterrada
El caso de Karla ha causado conmoción en Perú (lugar donde ocurrió el crimen), en Honduras (país de origen de la joven), En España (nación que le otorgó la ciudadanía) y en Inglaterra (lugar donde ella y su asesino vivían desde hace más de un año), pues los detalles revelados son escalofriantes.
Karla y Jorge habían llegado a finales de septiembre para realizar turismo interno y para que la hondureña conociera a la familia de su novio. Todo marchaba bien, hasta el 22 de ese mes, cuando ella se comunicó con su madre y le dijo que iba rumbo a conocer a su suegra para el día siguiente retornar a Londres.
Desde ese día no se supo si llegó a la casa de la mujer o no y qué le ocurrió, pues en su teléfono y redes sociales no había señales de ella.
Los parientes de Karla pusieron la denuncia de su desaparición ante las autoridades peruanas y el 1 de octubre, el hermano de Karla, que desde el extranjero hacía lo que podía para dar con su paradero, descubrió Jorge Minaya salió de Perú con destino a Chile, donde tomó un vuelo hacia Londres, pero solo.
El 12 de octubre el peruano terminó confesando su crimen y reveló que mató a la joven y la enterró en el patio de la casa de su abuela. El cuerpo fue encontrado en ese sitio tras 10 horas de búsqueda.
El individuo fue capturado en Londres días después y se espera que sea juzgado por el femicidio de la catracha.
Familiares de Karla lo describieron como un hombre “agresivo y controlador”, según lo que la misma víctima había revelado meses atrás.
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