TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Cinco personas de origen hondureño murieron la noche del viernes en un tiroteo perpetrado dentro de su vivienda en Cleveland, al sureste de Texas, Estados Unidos.
Las identidades de las víctimas aún no han sido reveladas, pero se sabe que se trataría de cinco personas hondureñas de entre 8 y 40 años de edad. Tres de ellas eran mujeres, un hombre y un niño.
La Policía de la zona presume que el autor de la masacre sería un vecino de las víctimas, a quien los demás pobladores reconocen como un hombre que acostumbraba a hacer disparos al aire y que ya había recibido llamados de atención por la Policía a causa de este comportamiento.
La casa de los fallecidos y la del atacante están bastante cerca, por lo que se presume que una discusión desencadenó el ataque. Según versiones preliminares, los hondureños le reclamaron por hacer disparos a altas horas de la noche, ya que intentaban dormir a un bebé, esto generó enojo en el sujeto y decidió ir a la propiedad aledaña y matar a los ocupantes.
El hombre, que utilizó un fusil de asalto AR-15 para cometer la masacre, ha sido identificado como Francisco Oropeza, de 38 años de edad, de origen mexicano, pero residente en el sector antes mencionado.
De momento se desconoce si Oropeza posee antecedentes por otros hechos violentos anteriores, pero las autoridades de la Policía de San Jacinto anunciaron una recompensa para capturarlo cuanto antes.
Cinco millones de dólares es la suma que entregarán a cambio del paradero del sospechoso. Si usted posee información puede comunicarse al número del Sheriff del Condado de San Jacinto: 936-653-4367.