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George Floyd: 8 minutos de agonía que se convirtieron en intensas protestas

Su rostro y sus últimas palabras: 'Por favor, no puedo respirar' se han vuelto insignias de la lucha por la igualdad y la eliminación del racismo

03.06.2020

MINNEAPOLIS, ESTADOS UNIDOS.- Lastimosamente George Floyd no ha sido el único afroamericano fallecido a manos de la policía en Estados Unidos. Según cifras publicadas por The Washigton Post, desde 2015 a la fecha, alrededor de 1,254 afromericanos murieron en incidentes relacionados con las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, el caso de George Floyd tuvo la particularidad de que se convirtió en un ícono de lucha por los derechos humanos, civiles y raciales en Estados Unidos y en el mundo.

Floyd sufrió alrededor de 8 minutos de tortura a manos de un oficial que colocó su rodilla sobre su cuello, aún cuando el afroamericano estaba esposado y completamente sometido. Minutos más tarde murió producto de la asfixia provocada por el oficial.

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El repudiable hecho sucedió el pasado 25 de mayo en la ciudad de Minneapolis, Estados Unidos, y la acción quedó captada en un video que algunos transeúntes tomaron. Las imágenes rápidamente se viralizaron y desataron la indignación colectiva.

Desde entonces, las protestas han sido constantes en el país norteamericano, siete días en los que las calles se han convertido en campos de batalla, los negocios han sido saquedados, la infraestructura pública y privada ha sido destruida y el presidente Donald Trump se ha visto obligado a huír de la Casa Blanca para refugiarse de las turbas enardecidas.

Las manifestaciones -en muchos casos violentas- han dejado como saldo una persona muerta, varios detenidao, manifestantes y policías heridos y pérdidas económicas.

Varias ciudades de EEUU se encuentran bajo toque de queda y el presidente Trump ha ordenado el despligue militar y policial en los estados más afectados, mientras los manifestantes se niegan a retroceder en sus demandas.

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Así ocurrieron los hechos

El lunes 25 de mayo de 2020, George Floyd es detenido mientras intentaba comprar un paquete de cigarrillos con un billete falso de 20 dólares en una tienda de la ciudad.

Alguien alertó a la policía, quienes llegaron y detuvieron al afroamericano, quien sin oponer mayor resistencia fue esposado y colocado sobre el pavimento.

El oficial Derek Chauvin colocó su rodilla sobre el cuello de Floyd y otros dos compañeros uniformados también ejercieron presión sobre su torso y piernas. Un cuarto policía permaneció de pie frente a un grupo de personas que reclamaban por el abuso de la fuerza sobre el capturado.

En medio de la desesperación, algunos peatones registraron todo con videos realizados desde sus teléfonos celulares, mientras Floyd comenzaba a pedir ayuda porque aseguraba que no podía respirar.

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Durante 8 minutos de ruegos y reclamos, el oficial no quitó su rodilla del cuello de Floyd, quien comenzó a desvanecerse en el suelo, visiblemente agotado y sin fuerzas.

Un equipo de paramédicos, que habría sido alertado por los expectadores se acerca al lugar, llegó y tomó los signos vitales de Floyd. Debido a su gravedad fue trasladado a recibir atención médica, donde posteriormente se emitió el reporte de su deceso.

El video se viralizó en Internet y un día después miles de personas comenzaron a autoconvocarse para asistir a las calles y protestar contra el crimen.

La policía informó sobre el despido de los policías que participaron en el lamentable hecho y el inicio de una investigación en su contra.

Los manifestantes comenzaron a incendiar patrullas, estaciones policiales, edificios públicos y privados y el caos se desató en EEUU.

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La policía informó sobre el traslado de Derek Chauvin a una prisión de máxima seguridad y el inicio de su juicio por asesinato.

La exempleadora de Floyd reveló que él y Derek se conocían del pasado porque habían trabajado juntos en su negocio.

Las manifestaciones no cesan debido a que según los manifestantes la detención del policía no es suficiente justicia por lo ocurrido y piden cambios dentro de la policía para evitar que un incidente similar se repita.

Su rostro y sus últimas palabras: 'Por favor, no puedo respirar' se han vuelto insignias de la lucha por la igualdad y la eliminación del racismo.