Ejecución

En solo cinco horas: Así fue la captura del narco Fredy Mármol

La solicitud de extradición ingresó a la Corte Suprema de Justicia el 16 de agosto, y el 18 un juez natural ordenó la captura. Como un equipo de agentes ya lo seguía no tardaron mucho en arrestarlo

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El día que lo capturaron, Fredy Donaldo Mármol Vallejo presentía que algo podría ocurrirle, pero no tomó ninguna acción para protegerse. Confiado, tomó su camioneta blanca Ford Ranger y a las 2:00 de la tarde salió de una de sus viviendas en la residencial Las Uvas y se dirigió a unos apartamentos en la colonia Lomas del Mayab, ambas ubicadas en esta capital.

Vestía una camisa blanca, un pantalón azul, zapatillas negras sin calcetines. Sin que él se percatara, un equipo de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) lo vigilaba de cerca, según conoció la Unidad de Investigación de EL HERALDO Plus de parte de agentes involucrados en la captura. La Policía no participó en esta operación.

El círculo de la justicia a su alrededor estaba a punto de cerrarse. Dos días antes -específicamente el 16 de agosto de 2021- la Corte Suprema de Justicia había recibido la solicitud de extradición.

EL HERALDO Plus reconstruye el arresto casi exprés del capo de la droga tras recibirse esa petición con el testimonio de agentes que actuaron en la operación.

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El 28 de agosto por la tarde, un juez libró la orden de captura. A las 4:00 de la tarde la ATIC ya la tenía en su poder y afinaba el arresto, pues el objetivo ya estaba en el radar. Los agentes ya lo tenían en la mira.

Luego de permanecer un tiempo en los apartamentos de las Lomas del Mayab, el extraditable fue a un exclusivo restaurante de la capital, luego anduvo por las cercanías del Hospital Medical Center y otros lugares aledaños a la zona. En ningún momento se bajó del carro, incluso tuvo breves reuniones con posibles socios. Regresó rápido a los apartamentos.

Entre 9:00 y 9:30 de la noche un carro particular tipo turismo se estacionó frente a la torre de apartamentos. Mármol Vallejo salió, cruzó la calle y se subió en la parte trasera del vehículo turismo.

Un equipo de agentes de la ATIC que estaba a unos 30 metros alertó a los demás compañeros en los tres retenes -instalados estratégicamente para evitar un escape- de que una persona con características similares a las del extraditable estaba en movimiento.

Los agentes recibieron la orden de proceder a revisar el carro sospechoso, el cual, una vez que Mármol Vallejo lo abordó, comenzó a dar vueltas por la zona y luego tomó una de las rutas donde ya estaba instalado uno de los retenes. Cinco agentes lo interceptaron y lo requirieron, haciéndole saber que quedaba detenido en cumplimiento de una orden de captura para extradición.

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Era el fin de su carrera en el mundo del narcotráfico mediante la cual discretamente levantó un imperio.

Sorprendido y aturdido, y viéndose sometido, el extraditable les manifestó a los agentes que ya había observado la presencia de la autoridad, pero nunca se imaginó que fuera una acción en contra de él.

Pero más asombrados quedaron los policías cuando vieron que iba acompañado de dos mujeres adultas y una menor de edad.

Los agentes se miraron unos con otros cuando identificaron que una de las acompañantes era Ilsa Vanesa Molina, más conocida como “La Palillona”, quien gracias al cuestionado nuevo Código Penal se encuentra en libertad provisional, tras ser condenada a 12 años de prisión por corrupción. Ella formó parte de una banda que saqueó los fondos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).

Como las tres personas del sexo femenino no tenían ninguna vinculación con la captura de Mármol Vallejo, luego de varias preguntas se les dejó en libertad.

Esta última acción se ejecutó en el término de unos 10 minutos, para posteriormente trasladar al detenido a la sede de la ATIC en Comayagüela.

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Seguimiento

La ATIC tenía unos dos años de investigar a Mármol Vallejo, luego de un cruce de información con agencias de Estados Unidos, donde le tienen un expediente abierto por tráfico de estupefacientes.

Desde el 2014 los agentes antidrogas norteamericanos ya tenían conocimiento de que Mármol Vallejo estaba involucrado en el negocio ilícito de la cocaína.

En 2016 una fuente antinarcóticos le reveló a EL HERALDO Plus que en entre 2014 y 2015 Juan Antonio “Tony” Hernández intentó extorsionar a Mármol Vallejo pidiéndole 1.2 millones para dejarlo traficar libremente, pero como no aceptó le ofrecieron hacerle la vida imposible.

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El 7 de octubre de 2016 la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa anunció que Mármol Vallejo era investigado por sus vínculos con el tráfico de drogas y que ese país “no sería refugio para aquellos que recurren a actividades criminales”. En el transcurso de los años siguientes, la ATIC comenzó a rastrear sus bienes, identificando a sus testaferros; luego preparó la Operación Maremoto para asegurarle todas las propiedades.

En los diferentes registros él aparecía con diferentes domicilios, entre ellos el Hato de Enmedio, sector tres; en la colonia El Trapiche, tercera etapa; en la colonia Naranjos Villas Paraíso, casa 6, bloque 19, San Pedro Sula; y también en la residencial El Toronjal, La Ceiba, Atlántida.

Semanas antes de su captura, los agentes ya lo tenían ubicado y vigilaban constantemente sus movimientos en varias ciudades del país.

“Se le dio seguimiento más de un mes a raíz de la investigación que se le estaba incoando en relación a sus bienes asegurados en la Operación Maremoto”, dijo una de las fuentes de la ATIC.

Mármol se movía por todo el país, pero era muy singular su permanencia en la capital, donde tenía encuentros con gente del mundo empresarial y político.

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El día de su captura, 20 agentes de los departamentos de Lucha contra el Crimen Organizado -encargados de las investigaciones de drogas, tráfico y aseguramientos- y de Apoyo Estratégico, Operaciones Especiales y Comunicaciones -responsables de realizar las capturas- le seguían sus pasos.

Para evitar sorpresa al momento del arresto solicitaron apoyo a la Policía Militar, sin decirles quién era el objetivo. Según detalles de la fuente, siempre se tuvo control de la orden de captura, la cual una vez librada por el Poder Judicial el 18 de agosto a las 4:00 de la tarde, “al cabo de unas cinco horas se había ejecutado” gracias a que el extraditado ya estaba vigilado y controlado.

Una vez capturado, el Ministerio Público inició el aseguramiento del imperio que había construido Mármol Vallejo.

Una vez capturado, el Ministerio Público inició el aseguramiento del imperio que había construido Mármol Vallejo.

Fin de una carrera

Con la captura de Mármol Vallejo llegó a su fin la libertad de un hombre que a sus 41 años de edad, según fuentes policiales, había creado una enorme fortuna gracias al tráfico de drogas.

El extraditable nació el 10 de agosto de 1981 en Iriona, Colón, pero se trasladó a vivir a Palacios, Gracias a Dios. Es hijo de don Dionisio Ángel Mármol y doña Neti Marina Vallejo. También es padre de cinco hijos, según los registros estatales.

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Los agentes antidrogas lo describen como un prolífico narcotraficante, que tenía su centro de operaciones tanto en su lugar natal como en la comunidad de Palacios. Aseguran que el extraditable durante muchos años mantuvo una estrecha relación con oficiales militares asignados en la base naval de Caratasca.

Con una solicitud de extradición ya concedida, el capo hondureño podría enfrentar en Estados Unidos una condena de hasta de dos cadenas perpetuas, pero gracias a la benevolencia de la ley norteamericana, podría suavizar su sentencia cooperando con la fiscalía y la agencia antidrogas delatando a sus nexos y detallando los sobornos exigidos por uno de los poderosos carteles que aún sigue activo en el país.