Mapas: De Colombia a México, las huellas de la narcoactividad ligada a JOH

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Colombia, Venezuela y México, con Honduras como pieza clave, son el epicentro de un escándalo que trasciende fronteras y que salpica directamente al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, a quien la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, acusa por tres cargos ligados al narcotráfico.

El exgobernante nacionalista, que comparece a un juicio por tres delitos de narcotráfico el 12 de febrero ante el juez Kevin Castel en la corte del Distrito Sur de Nueva York, aprovechó su cargo y poder casi absoluto para hilvanar el trasiego de grandes cantidades de droga, según acusa la justicia estadounidense.

Dentro de los países con los que Juan Orlando Hernández tuvo incidencia en sus negocios ilícitos destaca Colombia, país sudamericano del que procedía la mayoría de la droga traficada; asimismo, Venezuela, nación mencionada como el punto de partida de uno de los cargamentos de droga.

Además, México, país que quedó evidenciado por la participación de reconocidos capos de la droga en reuniones en las que se vincula al exgobernante hondureño. De los países centroamericanos la acusación menciona a Guatemala, donde Tony Hernández, encomendado por JOH, realizó negocios.

Además, la acusación resalta la vulnerabilidad de las fronteras vecinas, que se convirtieron en rutas utilizadas para facilitar el tráfico de drogas con destino a Estados Unidos.

A lo interno de Honduras son varios los lugares que se mencionan en la acusación de conspiración para traficar droga a Estados Unidos. Comenzando por Copán y Cortés, departamentos que comparten frontera con Guatemala, a través de la cual grandes cantidades de cocaína se habría transportado con destino a Estados Unidos.

En el occidente del país es donde los Hernández habrían tenido los primeros contactos para obtener dos millones de dólares de las ganancias del narcotráfico para financiar sus campañas políticas que llevaron al imputado a la presidencia de la República, y sería a través de Amílcar Alexander Ardón Soriano (alias Chande), alcalde de El Paraíso, Copán, que lo lograrían.

Desde 2004 hasta 2016, Tony Hernández, en colaboración con otros narcotraficantes, participó activamente en la producción y distribución de alrededor de 140 toneladas de cocaína destinadas a Estados Unidos. La amplia operación de narcotráfico tuvo su epicentro en el municipio de Gracias, Lempira, lugar de origen de Juan Orlando Hernández.

En 2011, por ejemplo, para poder transportar la droga a través de Guatemala fue eliminado del camino un narcotraficante rival que pretendía impedirles el paso. El movimiento de la cocaína se hacía a la frontera con Guatemala, a través de Santa Rita, Copán.

Pero también, en el litoral atlántico, zonas de Colón, Yoro y Olancho, no escaparon a su influencia. En al menos una ocasión, a finales de 2012 o principios de 2013, un cargamento de aproximadamente 800 a 850 kilogramos de cocaína fue recibido en una pista de aterrizaje clandestina ubicada en Yoro, según resumen los documentos en poder de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.

El documento señala que cuando el avión cargado de cocaína aterrizó, los narcotraficantes mexicanos llegaron a la pista de aterrizaje en compañía de Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, quien desde su alto cargo en la Policía Nacional, cooperaba brindando protección a la narcoactividad.

Asimismo, en 2009, un avión cargado de cocaína aterrizó en Roatán y fue incautado, según la acusación esta pertenecía a JOH, al final el avión y el cargamento no pudo ser recuperado.

Fue entre los años 2010 y 2012, que Colombia aparece en escena de manera marcada mediante la alianza entre “Chande” y los Hernández, cuando llegaron a distribuir aproximadamente dos o tres cargamentos de cocaína por mes, utilizando para ello helicópteros, aviones, barcos y camiones para transportar la droga.

Parte de esa sustancia ilícita, que era marcada con las iniciales TH en el laboratorio de Tony Hernández, era fabricada en Colombia.

Durante este tiempo, Alexander Ardón y Tony Hernández fueron los responsables de transportar aproximadamente 40,000 kilogramos de cocaína con destino a Estados Unidos, con la venia del exmandatario.

Dentro de las pruebas que la Fiscalía presentará en el juicio contra JOH, destaca la conexión con Venezuela. En 2012, el exmandatario tuvo participación en el traslado de aviones cargados de cocaína en representación del Cártel de Sinaloa, moviéndolos desde Venezuela hasta Honduras con el propósito de su distribución hacia el norte, a través de México.

De acuerdo a las pruebas de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Juan Orlando también recibió sobornos de sus cómplices fuera de Honduras, quienes confiaron sobre su posición de poder para mantener su vasto narcotráfico, después de todo concentraba el poder del país en sus manos.

Uno de los más sonados es el Cártel de Sinaloa con base en México, que utilizó a Honduras como un importante punto de transbordo entre los laboratorios de cocaína de Colombia y el cártel que controlaba territorios dentro de México.

El papel de Juan Orlando en la protección y acceso del cártel de Sinaloa a ese punto de transbordo, resultó ser vital, por lo que Hernández habría recibido sobornos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con quien las conexiones de Hernández se remontaban a varios años atrás.

En 2010, Tony Hernández viajó en un avión de El Chapo hasta sus dominios en Sinaloa para lograr un acercamiento más estrecho.

Desde ese año, Tony Hernández había estado trabajando en coordinación con Alexander Ardón y los Valle Valle para brindarle a “El Chapo” y el Cártel de Sinaloa con cantidades masivas de cocaína y con seguridad fuertemente armada para el transporte de dichos cargamentos por el occidente de Honduras.

Los acercamientos serían tantos que en 2013, Tony Hernández se reunió nuevamente con “El Chapo”, quien salió de Guatemala en helicóptero hacia Honduras, hasta aterrizar en Honduras, en un rancho propiedad de los hermanos Hernández en Lempira. Ahí habrían planeado el tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa directamente de la frontera de Nicaragua a la de Guatemala.

Fue en esa negociación que surgió el sonado pago de un millón de dólares para la campaña de JOH a cambio de protección.