Testimonios de “El Tigre” y Mauricio Hernández serían “dos clavos más en el ataúd de JOH”

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tras ratificarse que Juan Orlando Hernández (JOH) enfrentará su juicio sin la presencia de Juan Carlos “El Tigre” Bonilla y Mauricio Hernández Pineda, aún está a la expectativa si ellos serán llamados a testificar.

La idea de un posible testimonio surge a raíz de que ambos se declararon culpables por nexos con el narcotráfico, pero, ¿qué tan importante podrían ser sus testimonios en caso de ser llamados por los fiscales estadounidenses?

El exjefe de Operaciones Internacionales de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Mike Vigil, consideró que sus testimonios tendrían un enorme impacto en el desarrollo del juicio. “Son dos clavos más en el ataúd de Juan Orlando. Las pruebas que ya existen contra el mandatario son grandes”, aseveró.

El exagente aclaró que el nivel de las investigaciones por parte de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York han logrado obtener pruebas contundentes, por lo cual, tampoco serían indispensables.

No obstante, por la naturaleza de los fiscales estadounidenses, no descarta que tomen en cuenta que Bonilla y Hernández Pineda sean llamados a declarar.

“No lo necesitan, pero siempre van a tener impacto porque serían evidencias adicionales. Ellos (Bonilla y Hernández Pineda) tienen mucho conocimiento porque protegían cargamentos fuertes de cocaína procedentes de Colombia, de Venezuela, hacían muchas cosas en esta conspiración de Juan Orlando y su hermano”, destacó.

El Tigre Bonilla llegó a ostentar altos cargos, como la jefatura departamental de Copán, hasta llegar a ser director de la Policía Nacional desde 2012 hasta 2013, durante el gobierno de Porfirio Lobo Sosa.

Bonilla ya había sido mencionado de conspirar en el tráfico de drogas en el juicio del hermano de JOH, Juan Antonio “Tony” Hernández, identificado como co-conspirador (CC-7).

En 2020, el fiscal George S. Berman sostuvo que “El Tigre” Bonilla desde su alto puesto y en nombre de los hermanos Hernández Alvarado, se encargó de supervisar el transporte de toneladas de cocaína y usar armas de grueso calibre para su resguardo.

Además, se le acusa de participar en el asesinato de Franklin Arita Mata, un narcotraficante con presencia en Santa Rita, Copán, quien era considerado un rival para “Tony” Hernández y Alexander Ardón.

El presunto asesinato se le confió a Bonilla cuando este aún era jefe regional de la zona noroccidental. La confianza que tenía “Tony” Hernández en el éxito con el que Bonilla cumplía sus misiones hicieron que este fuera ascendiendo dentro la institución policial.

Otros puntos señalados en la documentación de la Corte Sur de Nueva York que vinculan a “El Tigre” Bonilla con JOH, se encuentra el señalamiento de que Bonilla protegió droga con destino a una localidad del clan Valle Valle y recibió sobornos por parte del clan “Los Cachiros”, ambos grupos vinculados como socios de los hermanos Hernández Alvarado.

Igualmente, se encargó de proteger la mercancía “Tony” Hernández y de sus otro socios, Mario José Calíx Hernández y Víctor Hugo Morales Díaz, conocido como “El Rojo”. Según la documentación de la Fiscalía, esta alianza entre “Tony”, “El Rojo” y Cálix perduró entre 2004 hasta 2016

Mauricio Hernández Pineda, fue un exoficial de alto rango de la Policía hasta su separación en 2018 por la Comisión Depuradora.

Hernández Pineda, identificado como co-conspirador (CC-6), tuvo un papel clave en la protección para llevar con éxito el tráfico de cocaína y armas.

Según documentos de la Fiscalía, recibía cerca de cinco millones de lempiras a cambio de proteger los cargamentos de narcóticos. No obstante, no se quedaba con todas las ganancias, sino que lo repartía con los oficiales que cooperaban en permitir el tránsito de la mercancía.

Los sobornos habrían sido por parte de Ardón, los hermanos Valle Valle y “Tony” Hernández a cambio de trasladar los cargamentos de droga hasta la frontera con Guatemala.

Asimismo, se lucraba con sobornos de 50 mil dólares a cambio de brindar información sobre las investigaciones internas que estuviera realizando la Policía.

Lo anterior se sustenta en las declaraciones de Alexander Ardón en el juicio contra los narcotraficantes Ronald y Otto Salguero. En dicho juicio, Ardón afirmó que Hernández Pineda en 2007 proporcionó información sobre los puntos de control e investigaciones sobre tráfico de cocaína en el departamento de Santa Bárbara.

Entre otras de las reuniones entre narcotraficantes en las que estuvo presente, fue en un encuentro entre “Tony” Hernández y Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Según la Fiscalía, Hernández Pineda portaba un fusil de asalto en la reunión de 2013, en la que El Chapo le ofreció un millón para financiar la campaña presidencial de JOH a cambio de proteger el movimiento de cocaína.

“Tony” Hernández, Alexander Ardón y “El Rojo” se habrían beneficiado de estas filtraciones por parte de Hernández Pineda.

Finalmente, en 2020 el exoficial decidió entregarse a autoridades de la DEA en Guatemala y el pasado 2 de febrero, compareció en la Corte del Distrito Sur de Nueva York para declararse culpable de los delitos por los que se le imputa.

Para el abogado penalista, German Licona, el rol de Bonilla y Hernández Pineda cambia ya que la Fiscalía les concede el beneficio de cooperador. “Serían dos testigos que enterrarían la posibilidad del expresidente de salir no culpable”, comentó.

Aunque de no ser llamados a testificar, Licona manifestó que la situación se ha vuelto más tensa desde que los expolicías decidieran declararse culpables, dejando prácticamente solo a JOH.

“Todos los medios de prueba y esa declaración de culpabilidad de ambos exfuncionarios policiales le dan fortaleza a los requerimientos y a todas la pruebas que tiene la Fiscalía obstaculizarle a la defensa técnica sus aspiraciones de tener un veredicto favorable”, sentenció.