Alexander Ardón acepta que conspiró para matar al zar antidrogas Julián Arístides González

Chande Ardón reconoció que él facilitó el dinero para el operativo que segó la vida del zar antidrogas y que quien lo mandó matar fue el narco Wilter Blanco

jue 22 de febrero de 2024 a las 14:6

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- “Sí. Conspiré para matarlo”, así confirmó este jueves Alexander Ardón, testigo de la Fiscalía en el juicio contra Juan Orlando Hernández, su participación directa en el asesinato del zar antidrogas, Julián Arístides González.

El narcotraficante continuó esta tarde en el estrado durante el tercer día de juicio ante el juez Kevin Castel, pero ahora interrogado por la defensa del exmandatario, y ha revelado que conspiró junto a “Mata y otro narco” para acabar con la vida del director de la Lucha contra el Narcotráfico, el general retirado Arístides González.

Ardón, luego de ser interrogado por el abogado Raymond Colon sobre cómo cometió otros crímenes, a los que respondió que no los recordaba, no dudó en aceptar su papel en la muerte del zar antidrogas cuando llegó la pregunta.

¿Qué pasa con Julián Arístides González? Era un general, el zar antidrogas, ¿no?, le preguntó Colon, a lo que “Chande” respondió: “Sí. Conspiré para matarlo - con Mata y otro”.

Sobre cuál fue su papel en el sonado crimen contra Arístides González, reconocido por su valentía y por el amor que tenía por Honduras y por encender la llama contra el narcotráfico en Honduras, Alexander Ardón reconoció que él facilitó el dinero para el operativo que segó la vida del zar.

El testigo de la Fiscalía de Nueva York reveló además que quien quería muerto a Arístides González era el narco Wilter Blanco y él -al parecer- le debía ese favor, pues dijo -respondiendo a Colon-: “se lo pagué a Wilter Blanco”.

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El crimen contra Arístides González

Arístides González se dirigía a la escuela de su hija, una mañana de diciembre de 2009, cuando fue interceptado por una escuadra de oficiales en tres vehículos, cuatro agentes de tránsito y tres gatilleros en dos motorizadas de la misma institución, que ya lo esperaban a la altura del semáforo del barrio Guanacaste para liquidarlo.

Los agentes de tránsito ocuparon su lugar con la indicación de que por ahí iban a pasar unos agentes de la DNIC persiguiendo a un delincuente que se transportaba en una camioneta Nissan Patrol roja, con placa PAH-5440.

Unos minutos después aparecieron en el lugar trayendo a la camioneta de González Irías emboscada en medio. Una camioneta gris en la que se trasladaban oficiales de la policía venía adelante y, al llegar frente a las oficinas de Ashonplafa, se paró, obligando al zar antidrogas a detener también su carro.

Fue en ese momento que el gatillero le disparó, matándolo al instante. Luego del asesinato, varios oficiales involucrados en la planificación acudieron al sitio para corroborar si los matones no se habían equivocado; y al ver que la víctima realmente era González Irías, sacaron sus celulares y dijeron: “sí, es él”, y se marcharon rápidamente.

$!La escena donde segaron la vida del zar antidrogas Julián Arístides González.
autor

Staff de EL HERALDO, medio de comunicación hondureño fundado en 1979.

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