“Mis enemigos me quieren en la cárcel”: Juan Orlando Hernández tras ser hallado culpable

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- 13 días después de haber sido hallado culpable de narcotráfico, el expresidente Juan Orlando Hernández envió un nuevo mensaje desde la cárcel a través de su esposa, Ana García.

La ex primera dama, y ahora aspirante a la presidencia de Honduras por el Partido Nacional, informó en el canal Q’huboTv, que Hernández le pidió que siguiera con el mensaje de que es inocente de los tres cargos que se le imputan en Estados Unidos y por los que podría guardar prisión de por vida.

García mencionó que el exmandatario le solicitó leer un nuevo mensaje para el pueblo hondureño en el que mencionó: “He sido sometido a un juicio tremendamente injusto”.

Al mismo tiempo, manifestó su agradecimiento por todas las oraciones que se hicieron en su favor: “Sé que han estado orando por mí y yo se los agradezco. Deciles que mis enemigos me quieren en la cárcel por el resto de la vida y eso es triste para mí decirlo, pero es parte de algo que hoy vemos”.

“Deciles que para que el mal triunfe solo falta que los buenos no hagamos nada. Ellos me conocen, el pueblo hondureño me conoce, el pueblo hondureño sabe quién soy, deciles que le digan al mundo que soy inocente, que siempre estaré luchando por el nombre de Honduras, por el nombre de todos nosotros. Les mando un fuerte abrazo y los quiero”, finalizó diciendo.

Ana, afirmó que le prometió a su esposo ser su “boca” para sostener ante el mundo que es inocente y que fue parte de un proceso injusto.

El expresidente Hernández se sometió a un juicio en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, que inició el 20 de febrero y culminó el 8 de marzo, donde un jurado lo encontrara culpable de los tres cargos que se le imputaban.

“Dile al mundo que soy inocente, los quiero mucho”, esas fueron las palabras que pronunció el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, tras conocer el fallo de culpabilidad en su contra.

Estas palabras fueron dirigidas a sus cuñadas, Lottie y Julia García, únicos parientes que lo acompañaron durante el proceso.