MADRID, ESPAÑA.- Del imperio de
César Román Virueta, señalado como el principal sospechoso del asesinato de la hondureña
Heidi Paz Bulnes, de 25 años de edad, ya no queda nada.
'El rey del cachopo', como era conocido en Madrid, tenía una cadena de restaurantes y habilidades sociales que le permitieron involucrarse hasta en política.
Su fama creció de la noche a la mañana. En cuestión de un año y medio logró abrir cinco locales, se codeó con políticos y obtuvo reconocimiento apareciendo en los medios de comunicación más importantes.
Según detalla Periodistas Reunidos él fue el delegado sindical de Mercamadrid, el mayor mercado mayorista de España y logró estar al frente de una asociación de comerciantes. Las autoridades de Zaragoza lo reconocían como líder asociativo.
El gran problema de su 'vida perfecta' se descubrió cuando desapareció del mapa en agosto de 2018, tras la búsqueda implacable, que se hacía de manera simultánea, a su novia hondureña.
Con su ausencia no solo arrastraba el misterio del paradero de su pareja sentimental, también lo seguían deudas a proveedores y trabajadores. Actualmente debe miles y miles de euros.
Después de estar prófugo de la justicia las autoridades lograron localizarlo y darle captura. Ahora enfrenta un proceso judicial en el que unas llaves, una llamada desde su celular y el testimonio de un taxista que lo llevó con la maleta en la que hallaron el cadáver de su novia, podrían hundirlo en la cárcel.
Vea: Las tres pruebas que acorralan al 'rey del cachopo'
Su fama creció de la noche a la mañana. En cuestión de un año y medio logró abrir cinco locales, se codeó con políticos y obtuvo reconocimiento apareciendo en los medios de comunicación más importantes.
Según detalla Periodistas Reunidos él fue el delegado sindical de Mercamadrid, el mayor mercado mayorista de España y logró estar al frente de una asociación de comerciantes. Las autoridades de Zaragoza lo reconocían como líder asociativo.
El gran problema de su 'vida perfecta' se descubrió cuando desapareció del mapa en agosto de 2018, tras la búsqueda implacable, que se hacía de manera simultánea, a su novia hondureña.
Con su ausencia no solo arrastraba el misterio del paradero de su pareja sentimental, también lo seguían deudas a proveedores y trabajadores. Actualmente debe miles y miles de euros.
Después de estar prófugo de la justicia las autoridades lograron localizarlo y darle captura. Ahora enfrenta un proceso judicial en el que unas llaves, una llamada desde su celular y el testimonio de un taxista que lo llevó con la maleta en la que hallaron el cadáver de su novia, podrían hundirlo en la cárcel.
Vea: Las tres pruebas que acorralan al 'rey del cachopo'
