La iglesia católica de El Salvador se declaró el domingo confiada en que el nuevo gobierno de México será “favorable” al respeto de los derechos humanos de migrantes que llegan a ese país.
El nuevo mandatario no mencionó a los migrantes irregulares en su primer discurso, sin embargo, días anteriores había anunciado que respetaría los derechos de los desplazados y hasta crearía visas de trabajo.
El sábado, en uno de sus primeros actos como presidente de México suscribió un acuerdo con sus colegas de tres países centroamericanos para establecer un plan de desarrollo que contribuya a contener la ola de migrantes que busca asilo en Estados Unidos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que el plan tiene como propósito atacar las causas estructurales de la migración procedente de El Salvador, Guatemala y Honduras.
'Se trabajará en la creación de un fondo, con el objetivo fundamental de implementar el plan de desarrollo integral que incluya programas, proyectos y acciones específicas a efectos de generar empleos y combatir la pobreza', dijo el nuevo gobierno de México en un comunicado.
El gobierno señaló que el vínculo entre el sur de México, El Salvador, Guatemala y Honduras 'acentuó la necesidad de atender el fenómeno migratorio como una problemática compleja que exige la gobernanza adecuada'.
Meses antes de su toma de posesión, López Obrador también había tenido comunicación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En las cartas el izquierdista le había propuesto a Trump un plan para atender de manera integral y de fondo la migración, precisamente los puntos que mencionan el acuerdo firmado con los países del Triángulo Norte.
Miles de migrantes se encuentran en la frontera de México con Estados Unidos para pedir asilo, pues huyen de la pobreza, violencia y falta de oportunidades en Centroamérica.