Nielsen anunció el domingo el abandono de su cargo después de que el gobernante le reclamara en público y en privado una mayor dureza en materia migratoria.
La alta funcionaria estadounidense, criticada por defensores de derechos humanos de ese país, deja una fuerte marca en su papel antiinmigrante: la separación de familias de inmigrantes con menores.
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La mayor sombra que quedará en el legado de Nielsen serán los llantos y lamentos desesperados que fueron grabados a los niños inmigrantes centroamericanos separados de sus padres cuando estos estaban detenidos en la Agencia de Inmigración ICE.
Pese a su esfuerzo y el cumplimiento de la política Tolerancia Cero, Nielsen no logró saciar las demandas de Trump en los 17 meses que estuvo al frente de la secretaría.
Nielsen es la tercera en dejar el cargo, después del general John Kelly y la secretaria interina Elaine Duke.