LONDRES, INGLATERRA.- La primera ministra británica,
Theresa May, anunció el viernes que dejará su cargo a partir del 7 de junio a fin de que su
Partido Conservador pueda elegir a un nuevo líder para llevar a cabo un
Brexit que ella fue incapaz de lograr.
'Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que en el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo', afirmó en una declaración ante la prensa visiblemente emocionada.
Tras el anuncio de la dimisión de May, el Partido Conservador anunció este viernes que el sucesor de la primera ministra británica, será nombrado antes de que comience el receso estival en el Parlamento, previsto para el 20 de julio.
Los candidatos finalistas se determinarán a finales de junio, para que los miembros del partido puedan 'reunirse con ellos y cuestionarlos y emitir sus votos a tiempo para anunciar e resultado antes que se levante la sesión parlamentaria en el verano', informaron los Conservadores en un comunicado.
Misión que acabó con ella Theresa May
'Es, y siempre lo será, una cuestión de profundo pesar para mí el no haber podido cumplir con el Brexit', esperando que su sucesor tenga más éxito que ella, deseó que éste garantice a Reino Unido 'seguridad, libertad y oportunidad'. 'Estos valores me han guiado a lo largo de toda mi carrera', afirmó haciendo balance de casi tres años de gobierno fagocitados por el Brexit.
Una y otra vez, desde que llegó al cargo en julio de 2016, afirmó que su misión era 'cumplir con el resultado del referéndum', en el que en junio de ese año 52 por ciento de británicos votó a favor de poner fin a más de cuatro décadas de integración en la Unión Europea.
En el camino May recibió incontables golpes, principalmente de los más euroescépticos en las filas de su Partido Conservador, pero fiel a su reputación de testaruda esta política de 62 años, que proyecta una imagen de frialdad un poco mecánica, se había levantado varias veces hasta ahora.
'Cualquiera en su posición habría encontrado grandes dificultades', dice a la AFP el politólogo Simon Usherwood, de la Universidad de Surrey, aunque en su opinión May 'no eligió la mejor estrategia', decidiéndose solo demasiado tarde a buscar el consenso con la oposición en un Parlamento donde no tenía mayoría.
Insistiendo en presentar y representar un acuerdo que claramente no satisfacía a nadie May 'se negó a aceptar la realidad', considera por su parte Tim Bale, profesor de Ciencias Políticas de la universidad Queen Mary de Londres.