CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- Los mexicanos ya no deberán preocuparse acerca de dónde estacionar un Boeing Dreamliner si se lo ganan en un sorteo, pues el gobierno anunció que ya no rifará el lujoso jet presidencial: se lo quedará la fuerza aérea.
Entre los numerosos intentos desesperados para deshacerse del avión ridículamente caro, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sopesó abiertamente la idea de rifar la aeronave. Dijo que el ganador recibiría la aeronave, junto con un año de mantenimiento y estacionamiento pagados.
El intento no convenció al diseñador gráfico de la Ciudad de México, Antonio Pérez, quien esperaba que el presidente simplemente vendiera el elefante blanco, sin hacer que los mexicanos compraran boletos para una rifa.
'Estoy de acuerdo con algunas iniciativas del presidente, pero con esta en específico la verdad no estoy de acuerdo, porque finalmente el que va a pagar el avión va a ser el pueblo mexicano', comentó Pérez.
Luego López Obrador dijo temer que una rifa del avión le ocasionaría problemas al ganador, tanto por la codicia que despertaría entre familiares, amigos y debido a las burlas que recibió la idea en las redes sociales, donde han circulado fotografías manipuladas en las que aparecen taquerías callejeras y chozas con un gran avión estacionado en la puerta.
'Es que no les queremos entregar un problema', informó López Obrador. Con 'los memes, '¿dónde voy a estacionarlo?'.
Así que el presidente anunció el viernes que la rifa será más bien simbólica. Nadie ganará el avión Boeing 787 de 130 millones de dólares en la rifa que se realizará en los próximos meses.
López Obrador dijo que la rifa será ahora por un premio de 100 millones de dólares, 'equivalente al valor del avión presidencial'.
El premio se dividirá por partes iguales entre 100 ganadores, de manera que cada uno se hará acreedor a un millón de dólares.
El gobierno de López Obrador trató de vender el avión, pero no atrajo a ningún comprador tras un año de estar a la venta en un aeropuerto de Estados Unidos, donde acumuló 1,5 millones de dólares en gastos de mantenimiento.
El avión es muy caro de operar y está configurado para transportar a unas 80 personas, además cuenta con una suite presidencial con dormitorio y baño. Los expertos consideran que sería demasiado costoso reconfigurarlo como avión comercial para la cifra habitual de ese modelo, de 300 pasajeros.
El gobierno espera ahora vender 6 millones de boletos por el equivalente a 25 dólares, para recaudar 150 millones. El dinero sobrante será para mantener al avión en condiciones para volar, mientras que el mandatario trata de venderlo o rentarlo. Cualquier ganancia estaría destinada para comprar equipo médico.
López Obrador viaja en clase turista en vuelos comerciales y considera un derroche el jet, adquirido por su predecesor por más de 200 millones de dólares.
El escritor Eric Marváz opinó que el asunto le parecía cómico, pero dijo que al menos el presidente hablaba de frente a la gente y no trataba de esconder algo.
'Me parece que, en esencia, es una situación bastante hilarante, pero por primera vez nos reímos, en vez de estar llorando', afirmó.
Entre los numerosos intentos desesperados para deshacerse del avión ridículamente caro, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sopesó abiertamente la idea de rifar la aeronave. Dijo que el ganador recibiría la aeronave, junto con un año de mantenimiento y estacionamiento pagados.
El intento no convenció al diseñador gráfico de la Ciudad de México, Antonio Pérez, quien esperaba que el presidente simplemente vendiera el elefante blanco, sin hacer que los mexicanos compraran boletos para una rifa.
'Estoy de acuerdo con algunas iniciativas del presidente, pero con esta en específico la verdad no estoy de acuerdo, porque finalmente el que va a pagar el avión va a ser el pueblo mexicano', comentó Pérez.
Luego López Obrador dijo temer que una rifa del avión le ocasionaría problemas al ganador, tanto por la codicia que despertaría entre familiares, amigos y debido a las burlas que recibió la idea en las redes sociales, donde han circulado fotografías manipuladas en las que aparecen taquerías callejeras y chozas con un gran avión estacionado en la puerta.
'Es que no les queremos entregar un problema', informó López Obrador. Con 'los memes, '¿dónde voy a estacionarlo?'.
Así que el presidente anunció el viernes que la rifa será más bien simbólica. Nadie ganará el avión Boeing 787 de 130 millones de dólares en la rifa que se realizará en los próximos meses.
López Obrador dijo que la rifa será ahora por un premio de 100 millones de dólares, 'equivalente al valor del avión presidencial'.
El premio se dividirá por partes iguales entre 100 ganadores, de manera que cada uno se hará acreedor a un millón de dólares.
El gobierno de López Obrador trató de vender el avión, pero no atrajo a ningún comprador tras un año de estar a la venta en un aeropuerto de Estados Unidos, donde acumuló 1,5 millones de dólares en gastos de mantenimiento.
El avión es muy caro de operar y está configurado para transportar a unas 80 personas, además cuenta con una suite presidencial con dormitorio y baño. Los expertos consideran que sería demasiado costoso reconfigurarlo como avión comercial para la cifra habitual de ese modelo, de 300 pasajeros.
El gobierno espera ahora vender 6 millones de boletos por el equivalente a 25 dólares, para recaudar 150 millones. El dinero sobrante será para mantener al avión en condiciones para volar, mientras que el mandatario trata de venderlo o rentarlo. Cualquier ganancia estaría destinada para comprar equipo médico.
López Obrador viaja en clase turista en vuelos comerciales y considera un derroche el jet, adquirido por su predecesor por más de 200 millones de dólares.
El escritor Eric Marváz opinó que el asunto le parecía cómico, pero dijo que al menos el presidente hablaba de frente a la gente y no trataba de esconder algo.
'Me parece que, en esencia, es una situación bastante hilarante, pero por primera vez nos reímos, en vez de estar llorando', afirmó.
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