TRÍPOLI, LÍBANO.- Los violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad causaron un muerto y más de 220 heridos en el norte de Líbano, reportó la agencia noticiosa estatal el jueves.
La frustración aumentó por el deterioro de las condiciones de vida y el estricto confinamiento para frenar la propagación del coronavirus, que han exacerbado una grave crisis económica y financiera, la peor en la historia de la nación mediterránea.
La violencia en Trípoli, la segunda ciudad más grande del país y la más empobrecida, supuso una seria escalada en las protestas que comenzaron en lunes y que continuaron durante tres días seguidos hasta la noche del miércoles.
La frustración aumentó por el deterioro de las condiciones de vida y el estricto confinamiento para frenar la propagación del coronavirus, que han exacerbado una grave crisis económica y financiera, la peor en la historia de la nación mediterránea.
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Docenas de jóvenes han participado en las movilizaciones nocturnas, arrojando piedras a las fuerzas de seguridad y en, algunos casos, incendiado autos. El miércoles, los inconformes trataron repetidamente que entrar al edificio de la municipalía. Algunos lanzaron granadas de mano a las fuerzas de seguridad, que respondieron con cañones de agua, descargas de gases lacrimógenos y, por último, munición real.
Según la Agencia de Noticias Nacional, 226 personas resultaron heridas en las confrontaciones, de los cuales 26 eran agentes de policía. Un hombre de 30 años falleció a causa de las heridas que sufrió, agregó. Cruz Roja dijo que trasladó a 35 heridos a hospitales de la ciudad.
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El jueves en la mañana, las fuerzas de seguridad movilizaban refuerzos e instalaban alambre de púas en torno a la sede municipal, conocida como Serail. Cerca había dos autos calcinados. Las tiendas y cafés estaban abiertos y el tráfico parecía el habitual en un claro desafío a la cuarentena decretada por el gobierno.
