MIAMI, ESTADOS UNIDOS.- Los
propietarios de los
apartamentos en un
edificio frente al mar que se
desplomó en Florida estaban a unos días de empezar a pagar cuotas para realizar reparaciones por más de
9 millones de dólares, las cuales habían sido recomendadas hace casi tres años.
Ese estimado de costos, efectuado por la compañía de ingeniería Morabito Consultants en 2018, significaba que los condóminos de Champlain Towers South enfrentaban pagos que iban de cerca de 80,000 dólares por un apartamento de una recámara a unos 330,000 por un penthouse, a cubrirse en plazos o en una sola exhibición. El primer plazo vencía el 1 de julio.
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Adalberto Aguero, cuyo departamento no se vino abajo, acababa de pedir un crédito para cubrir su cuota de 80,000 dólares.
“Pensé que lo pagaría después de que arreglaran el edificio. No quería pagarlo antes porque uno nunca sabe”, comentó Aguero, quien añadió que retiró el papeleo para realizar los pagos al día siguiente del derrumbe del jueves. “Dije: cancelen todo”.
Una lista desglosada que envió la administración del condominio en abril a los propietarios de los 136 apartamentos revelaba que gran parte de las labores planeadas se llevarían a cabo en la zona de la piscina y en la fachada.
La pavimentación y la impermeabilización en la zona de la piscina y la entrada del edificio costarían 1,8 millones, y otro millón se destinaría a “reparaciones estructurales” y “trabajos en las jardineras”, según el correo electrónico de la administración al que tuvo acceso The Associated Press.
Una serie de “reparaciones misceláneas” incluía obras en el estacionamiento por un costo estimado de 280,000 dólares.
El total de costos evaluados, incluyendo varios puntos que aparentemente tenían fines estéticos, suma 15 millones.
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Expertos en ingeniería y construcción aseguran que los documentos de Morabito que se centraban únicamente en la labor estructural especificaban claramente que era necesario realizar varias reparaciones de gran envergadura lo más pronto posible.
Fuera de algunas reparaciones en los techos, dichas obras no habían comenzado, indicaron las autoridades.
La estimación de costos que Morabito Consultants les envió por correo electrónico a los administradores de Surfisde fue uno de varios documentos dados a conocer mientras continúan las labores de rescate en la zona del derrumbe, donde más de 150 personas siguen desaparecidas. Al menos nueve personas murieron por el desplome, informaron las autoridades el domingo.
Otro reporte de Morabito de 2018 presentado a la ciudad señaló que la impermeabilización en la terraza de la piscina se había hecho mal, en forma plana en lugar de inclinada, y ello impedía que el agua se drenara.
“La impermeabilización fallida está provocando un gran daño estructural a la placa de concreto estructural ubicada debajo de esas áreas. No reemplazar la impemeabilización en el futuro cercano provocará que el nivel de deterioro en el concreto se expanda exponencialmente”, advirtió.
La compañía recomendó que se reemplazaran las losas dañadas, lo que significaba una reparación mayor.
Eso dejó sorprendida a Susana Álvarez, quien vivía en el 10mo piso de la torre que se vino abajo. Ella señaló que, durante una reunión en 2018, un funcionario de Surfside les aseguró a los residentes que no había ningún riesgo. Se desconoce quién era ese funcionario.
“La ciudad de Surfside nos dijo que el edificio no estaba en mal estado. Fue lo que dijeron”, comentó Álvarez al programa Weekend Edition de la National Public Radio. “Nadie nos dijo nunca que el edificio estaba en tan mal estado”.
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Una hija de Claudio Bonnefoy, un chileno que continúa desaparecido, dijo que parece que alguien ignoró indicios clave de que la estructura estaba en riesgo.
“Esto me empieza a hacer enojar porque poco a poco se están dando a conocer reportes de hace varios años de peligros estructurales graves en el edificio”, dijo la hija, Pascale Bonnefoy. “Parece que esto ( lo que ocurrió) era predecible porque los técnicos alertaron (a otros de la situación) y nadie hizo nada”.
Ese estimado de costos, efectuado por la compañía de ingeniería Morabito Consultants en 2018, significaba que los condóminos de Champlain Towers South enfrentaban pagos que iban de cerca de 80,000 dólares por un apartamento de una recámara a unos 330,000 por un penthouse, a cubrirse en plazos o en una sola exhibición. El primer plazo vencía el 1 de julio.
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Adalberto Aguero, cuyo departamento no se vino abajo, acababa de pedir un crédito para cubrir su cuota de 80,000 dólares.
“Pensé que lo pagaría después de que arreglaran el edificio. No quería pagarlo antes porque uno nunca sabe”, comentó Aguero, quien añadió que retiró el papeleo para realizar los pagos al día siguiente del derrumbe del jueves. “Dije: cancelen todo”.
Una lista desglosada que envió la administración del condominio en abril a los propietarios de los 136 apartamentos revelaba que gran parte de las labores planeadas se llevarían a cabo en la zona de la piscina y en la fachada.
La pavimentación y la impermeabilización en la zona de la piscina y la entrada del edificio costarían 1,8 millones, y otro millón se destinaría a “reparaciones estructurales” y “trabajos en las jardineras”, según el correo electrónico de la administración al que tuvo acceso The Associated Press.
Una serie de “reparaciones misceláneas” incluía obras en el estacionamiento por un costo estimado de 280,000 dólares.
El total de costos evaluados, incluyendo varios puntos que aparentemente tenían fines estéticos, suma 15 millones.
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Expertos en ingeniería y construcción aseguran que los documentos de Morabito que se centraban únicamente en la labor estructural especificaban claramente que era necesario realizar varias reparaciones de gran envergadura lo más pronto posible.
Fuera de algunas reparaciones en los techos, dichas obras no habían comenzado, indicaron las autoridades.
La estimación de costos que Morabito Consultants les envió por correo electrónico a los administradores de Surfisde fue uno de varios documentos dados a conocer mientras continúan las labores de rescate en la zona del derrumbe, donde más de 150 personas siguen desaparecidas. Al menos nueve personas murieron por el desplome, informaron las autoridades el domingo.
Otro reporte de Morabito de 2018 presentado a la ciudad señaló que la impermeabilización en la terraza de la piscina se había hecho mal, en forma plana en lugar de inclinada, y ello impedía que el agua se drenara.
“La impermeabilización fallida está provocando un gran daño estructural a la placa de concreto estructural ubicada debajo de esas áreas. No reemplazar la impemeabilización en el futuro cercano provocará que el nivel de deterioro en el concreto se expanda exponencialmente”, advirtió.
La compañía recomendó que se reemplazaran las losas dañadas, lo que significaba una reparación mayor.
Eso dejó sorprendida a Susana Álvarez, quien vivía en el 10mo piso de la torre que se vino abajo. Ella señaló que, durante una reunión en 2018, un funcionario de Surfside les aseguró a los residentes que no había ningún riesgo. Se desconoce quién era ese funcionario.
“La ciudad de Surfside nos dijo que el edificio no estaba en mal estado. Fue lo que dijeron”, comentó Álvarez al programa Weekend Edition de la National Public Radio. “Nadie nos dijo nunca que el edificio estaba en tan mal estado”.
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Una hija de Claudio Bonnefoy, un chileno que continúa desaparecido, dijo que parece que alguien ignoró indicios clave de que la estructura estaba en riesgo.
“Esto me empieza a hacer enojar porque poco a poco se están dando a conocer reportes de hace varios años de peligros estructurales graves en el edificio”, dijo la hija, Pascale Bonnefoy. “Parece que esto ( lo que ocurrió) era predecible porque los técnicos alertaron (a otros de la situación) y nadie hizo nada”.