El exjefe de la guerrilla de los 'Contras' de Nicaragua Adolfo Calero falleció este sábado como consecuencia de una neumonía, informó una fuente vinculada al político nicaragüense.
Calero, de 81 años, falleció en la madrugada del sábado en un hospital capitalino como consecuencia de una neumonía, aunque estaba enfermo hacia varios meses de otras dolencias, informó a la prensa el presidente de la Fundación por la Paz- Esquipulas, Ariel Montoya,
El político fue presidente y comandante de la 'Contra' en la década de 1980, que combatió con las armas al régimen sandinista surgido tras el derrocamiento de la dictadura dinástica de los Somoza en 1979.
Calero era un hombre de negocios y miembro del Partido Conservador que tras la caída de los Somoza se fue de Nicaragua. En 1983 formó el directorio de la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) y ese mismo año se convirtió en su presidente.
En 1985 la FDN pasó a llamarse Resistencia Nicaragüense (más conocida como 'contras'). Calero manejaba las finanzas del grupo, en especial las operaciones de compra de armas y pertrechos para la lucha contra los sandinistas.
En 1987, Calero testificó ante el Congreso de Estados Unidos por el escándalo Irán-Contra, en el que la Agencia Central de Inteligencia (CIA), a espaldas del Congreso, vendió armas de forma ilegal en 1985 a Irán para su guerra contra Irak e introdujo drogas a Estados Unidos desde Honduras, según distintas versiones periodísticas.
El dinero recaudado sirvió a la CIA para financiar a la 'Contra' en sus actividades contra el gobierno sandinista.
La firma de los 'acuerdos de Sapoá' en 1988 con el gobierno sandinista para poner fin a la guerra, le valió a Calero el descontento de otros integrantes del directorio de la 'Contra'. Sin embargo, con la venia de la CIA y del Departamento de Estado, Calero asumió el liderazgo político y militar de la agrupación.
Desde el fin del conflicto armado, tuvo un bajo perfil en la vida política de Nicaragua, pero en las elecciones de 2011 intentó influir en la unidad de los partidos de la derecha para enfrentar al presidente Daniel Ortega.
Ortega fue reelecto para un tercer mandato en esos comicios, mientras que las fuerzas de derecha quedaron reducidas a una pequeña representación de 26 diputados en el Congreso.