Las mujeres ganan 83,9 unidades monetarias por cada 100 unidades que perciben los hombres, es decir un 16% menos, un hecho que se mantiene como un obstáculo para la autonomía económica femenina en América Latina, indicó este martes un comunicado de Cepal.
Este 16% evidencia que 'las brechas salariales de género persisten como obstáculo para la autonomía económica de las mujeres y la superación de la pobreza y la desigualdad en la región', según datos del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el día internacional de la mujer.
Por traducirlo en el caso de Honduras, significa que las damas ganan casi 84 lempiras por cada 100 que ganan los varones hondureños, aunque es una comparación que faltaría de ajustar con los datos del país.
'Recibir el mismo salario que los hombres en igualdad de condiciones es un derecho de las mujeres. Es un requisito ineludible para que ellas logren su autonomía económica y para avanzar en la igualdad de género', afirmó Alicia Bárcena, secretaría ejecutiva de Cepal, en el comunicado.
La brecha salarial entre mujeres y hombres se redujo 12,1 puntos porcentuales entre 1990 y 2014, según Cepal.
Si se comparan las remuneraciones percibidas por ambos sexos según los años de estudios, una mujer podría recibir hasta un 25,6% menos que un hombre, lo cual se produce en los niveles de mayor nivel educativo (13 años y más de instrucción).
'Esto significa que la inversión en educación y capacitación profesional de las mujeres no las acerca de forma lineal a los ingresos de los hombres con la misma formación', indicó la Cepal.
Para reducir la brecha salarial de género, Cepal plantea promover espacios para la negociación colectiva, mejorar los salarios mínimos, implementar políticas que permitan mayor corresponsabilidad en labores de cuidado de personas dependientes y asegurar iguales oportunidades de capacitación, ascensos, horas extras y otros compromisos laborales que mejoran la masa salarial.
Los datos de Cepal se basan en un análisis realizado al salario medio de mujeres y hombres que viven en zonas urbanas de 20 a 49 años que trabajan 35 horas y más por semana en 18 países de la región.