ALEXANDRIA, ESTADOS UNIDOS.- Los abogados defensores del exjefe de campaña de
Donald Trump, Paul Manafort, enjuiciado por fraude fiscal y bancario, intentaron este martes minar la credibilidad del testigo clave de la fiscalía forzándolo a revelar que tuvo una aventura extramatrimonial y que robó dinero a su jefe.
Rick Gates, el exsocio y subordinado de larga data de Manafort, fue sometido a un contrainterrogatorio fulminante en el tribunal federal de Alexandria, Virginia, colmado de público.
Testigo clave en el juicio contra Manafort, Gates (46) había descrito anteriormente cómo ayudó a su antiguo jefe a evadir millones de dólares en impuestos por trabajos de consultoría política realizados en Ucrania.
En febrero, Gates (46) se declaró culpable de conspiración, y coopera con los fiscales a cambio de una sentencia de prisión más indulgente.
Este martes, en su segunda jornada de declaraciones, fue acribillado a preguntas por los abogados de Manafort, de 69 años, el primer procesado por cargos derivados de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
No obstante, el veterano consultor político republicano no está siendo juzgado por su desempeño durante tres meses como jefe de la campaña presidencial de Trump sino por supuestos delitos relacionados a los ingresos que obtuvo como lobista en favor del exgobierno proruso de Ucrania.
Ante los tribunales, Gates explicó cómo los ucranianos depositaron millones de dólares y euros en más de una docena de cuentas en Chipre, que su jefe no reportó al Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos.
'Él siempre tuvo control sobre las cuentas', dijo Gates, refiriéndose a Manafort.
Uno de los abogados de Manafort, Kevin Downing, le preguntó a Gates cuánto tiempo pensaba que hubiera pasado en prisión si no hubiera aceptado cooperar con el gobierno. 'Entre 50 y 100 años', admitió Gates.
Downing obligó igualmente al testigo a reconocer que había robado cientos de miles de dólares de Manafort presentando falsas declaraciones de gastos personales, que había mantenido una relación extramatrimonial y tenía un apartamento en Londres para ese fin.
'¿Estos pagos fueron por su vida secreta?', inquirió Downing.
'Reconozco que durante un período mantuve otra relación', dijo Gates, quien está casado y tiene cuatro hijos.
'Ya admití que tomé fondos no autorizados del señor Manafort', agregó.
Sentado a la mesa de la defensa, Manafort miró fijamente a Gates mientras su abogado defensor lo acosaba con preguntas agresivas, pero su antiguo socio evitó cuidadosamente devolverle la mirada.
'Después de todas las mentiras que ha dicho y del fraude que ha cometido, ¿espera que el jurado le crea?', volvió a preguntar Downing a Gates.
'Estoy aquí para decir la verdad', respondió el testigo.
'El señor Manafort podría haber tomado el mismo camino. Yo estoy aquí. Estoy tratando de cambiar', dijo, en aparente alusión a su decisión de declararse culpable y cooperar con la oficina del fiscal especial Robert Mueller.
Gates también le dijo a la corte que Manafort frecuentemente pagaba por ropa y otros gastos personales utilizando transferencias bancarias directamente de sus cuentas en Chipre y otras en San Vicente y las Granadinas.
Asimismo, el testigo dijo que cuando acabó trabajo en Ucrania en 2015, Manafort tuvo dificultades pagar sus cuentas y no tenía otros clientes en ese momento.
Agregó que Manafort le pidió disfrazar los ingreso como préstamos. 'La idea de intercambiar ingresos por préstamos redujo su obligación fiscal en general', dijo.
Rick Gates, el exsocio y subordinado de larga data de Manafort, fue sometido a un contrainterrogatorio fulminante en el tribunal federal de Alexandria, Virginia, colmado de público.
Testigo clave en el juicio contra Manafort, Gates (46) había descrito anteriormente cómo ayudó a su antiguo jefe a evadir millones de dólares en impuestos por trabajos de consultoría política realizados en Ucrania.
En febrero, Gates (46) se declaró culpable de conspiración, y coopera con los fiscales a cambio de una sentencia de prisión más indulgente.
Este martes, en su segunda jornada de declaraciones, fue acribillado a preguntas por los abogados de Manafort, de 69 años, el primer procesado por cargos derivados de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
No obstante, el veterano consultor político republicano no está siendo juzgado por su desempeño durante tres meses como jefe de la campaña presidencial de Trump sino por supuestos delitos relacionados a los ingresos que obtuvo como lobista en favor del exgobierno proruso de Ucrania.
Ante los tribunales, Gates explicó cómo los ucranianos depositaron millones de dólares y euros en más de una docena de cuentas en Chipre, que su jefe no reportó al Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos.
'Él siempre tuvo control sobre las cuentas', dijo Gates, refiriéndose a Manafort.
Uno de los abogados de Manafort, Kevin Downing, le preguntó a Gates cuánto tiempo pensaba que hubiera pasado en prisión si no hubiera aceptado cooperar con el gobierno. 'Entre 50 y 100 años', admitió Gates.
Downing obligó igualmente al testigo a reconocer que había robado cientos de miles de dólares de Manafort presentando falsas declaraciones de gastos personales, que había mantenido una relación extramatrimonial y tenía un apartamento en Londres para ese fin.
'¿Estos pagos fueron por su vida secreta?', inquirió Downing.
'Reconozco que durante un período mantuve otra relación', dijo Gates, quien está casado y tiene cuatro hijos.
'Ya admití que tomé fondos no autorizados del señor Manafort', agregó.
Sentado a la mesa de la defensa, Manafort miró fijamente a Gates mientras su abogado defensor lo acosaba con preguntas agresivas, pero su antiguo socio evitó cuidadosamente devolverle la mirada.
'Después de todas las mentiras que ha dicho y del fraude que ha cometido, ¿espera que el jurado le crea?', volvió a preguntar Downing a Gates.
'Estoy aquí para decir la verdad', respondió el testigo.
'El señor Manafort podría haber tomado el mismo camino. Yo estoy aquí. Estoy tratando de cambiar', dijo, en aparente alusión a su decisión de declararse culpable y cooperar con la oficina del fiscal especial Robert Mueller.
Gates también le dijo a la corte que Manafort frecuentemente pagaba por ropa y otros gastos personales utilizando transferencias bancarias directamente de sus cuentas en Chipre y otras en San Vicente y las Granadinas.
Asimismo, el testigo dijo que cuando acabó trabajo en Ucrania en 2015, Manafort tuvo dificultades pagar sus cuentas y no tenía otros clientes en ese momento.
Agregó que Manafort le pidió disfrazar los ingreso como préstamos. 'La idea de intercambiar ingresos por préstamos redujo su obligación fiscal en general', dijo.