HOUSTON, ESTADOS UNIDOS.- El estado de Texas, en el sur de Estados Unidos, ejecutó este miércoles a un afroestadounidense condenado a muerte por un triple asesinato, pese a que su abogado aseguró que su proceso estuvo contaminado por racismo.
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John Balentine, de 54 años, fue declarado muerto a las 18H36 hora local (00H36 GMT), según informó el Departamento de Justicia Penal de Texas.
“Agradezco a todos, Quiero pedir perdón por lo malo que les hice. Perdónenme. Estoy listo”, fueron sus últimas palabras antes de recibir una inyección letal, casi 25 años después de ser hallado culpable de disparar a tres adolescentes blancos mientras dormían en la ciudad de Amarillo.
Uno de ellos era, según documentos judiciales, el hermano de su exnovia, quien desaprobaba su relación interracial y lo había amenazado de muerte.
Él nunca negó los hechos, pero su abogado Shawn Nolan sostuvo que recibió la pena de muerte por prejuicios racistas durante su juicio.
En un recurso ante la Corte Suprema de Estados Unidos, recordó que el fiscal había desestimado a los jurados negros y acusó a los abogados de oficio de John Balentine de la época de haber “mostrado animosidad racial”.
“¿Sabes cómo se escribe ‘linchamiento justificado’?”, fue la frase que quedó escrita en un papel que intercambiaron los entonces abogados de Balentine, que hace referencia a los asesinatos cometidos en el sur segregacionista estadounidense contra la población negra.
Nolan, el nuevo defensor de Balentine, aseguró además que el propio presidente del jurado era una persona racista, que consideraba peligrosas a las personas negras.
Se trataba de un exsoldado hostil con los afroestadounidenses, que había “intimidado” a los demás miembros del jurado para convencerlos de pronunciarse por la pena de muerte.
“Sabía que si los demás optaban por la vida él tenía posibilidades de ser liberado y que tendría que cazarlo”, admitió Dory England por escrito en 2021.
Durante las deliberaciones, “dejé en claro que habíamos sido elegidos para enfrentar este problema y que la pena de muerte era la única solución”, reconoció.
Nolan lo acusó de ocultar detalles de su vida que le habrían impedido ser jurado en el proceso.
El abogado Nolan entregó todos estos documentos a la justicia de Texas el 30 de enero, para solicitar que se reabriera el expediente.
Pero su pedido fue rechazado, y debió elevar su pedido a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que finalmente no intervino.
John Balentine es la sexta persona condenada a muerte ejecutada este año en Estados Unidos.